Un viejo conflicto en torno al descubrimiento de un tesoro de lingotes y monedas de oro habría originado el asesinato de cuatro miembros de una familia, cuyos restos siguen siendo buscados el jueves en una finca del oeste de Francia.
Pascal y Brigitte Troadec, de 49 años, su hijo Sébastien, 21 años, y su hija Charlotte, de 18 años, desaparecieron desde el 16 de febrero. En su casa en Orvault, cerca de Nantes (oeste), se encontraron rastros de sangre.
Hubert Caouissin, compañero de Lydie Troadec, hermana de Pascal, confesó el lunes que los asesinó, cerrando un gran enigma de este caso que ha mantenido en vilo a Francia.
"Este caso terrorífico se originó por un tesoro compuesto de lingotes y monedas de oro que mi marido escondió en el garaje de nuestra casa", dijo al diario Le Parisien la madre de Pascal y de Lydie Troadec.
Fragmentos de cuerpos humanos y de joyas que pertenecen a los desaparecidos fueron descubiertos el miércoles en la propiedad de Hubert Caouissin, en Bretaña.
Este técnico de 46 años había levantado sospechas al hablar a los investigadores de una disputa familiar. Detenido provisionalmente, confesó y fue enviado a la cárcel.
Según la madre de Pascal y Lydie, "el oro que afectó a la familia" fue descubierto en 2006 cuando su marido, un artesano, efectuó obras donde una inquilina.
Un oro "tal vez robado", cree ella, "al Banco de Francia" en la Segunda Guerra Mundial.
Su hijo se "apoderó" del tesoro en 2010 y "presumía de haberlo colocado en Mónaco y Andorra", diciendo "que no se podía tocar". Él y su esposa "viajaban mucho", lo que prueba que "su situación financiera cambió de 2010 a 2011", según esta septuagenaria.
Interrogado el jueves por la AFP, el fiscal de Nantes, Pierre Sennès, no confirmó esas informaciones. Había indicado antes a la prensa que la pareja asesinada tenía "ingresos importantes" y no estaba endeudada.
La madre del sospechoso, Hubert Caouissin, declaró por su parte el lunes al Parisien que "esa historia de lingotes es absurda".
Hubert Caouissin dijo a los investigadores que tenía "rencor" a la familia de su mujer por este asunto de la herencia.
En detención provisional, reconoció que mató a los padres y a los hijos Troadec, luego los despedazó antes de enterrar o quemar fragmentos de cuerpos en los terrenos que rodean su finca.
Fue inculpado el lunes por asesinatos y atentado a la integridad de un cadáver, y su mujer Lydie, secretaria médica, por modificación del lugar del crimen u ocultamiento de cadáveres. Su joven hijo fue confiado a su abuela, que dijo al Parisien espera obtener la custodia definitiva.
El jueves, al menos unos treinta policías y un forense revisaban la finca rodeada de 32 hectáreas de terreno bajo una fuerte lluvia y niebla.
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