Escocia había tenido la oportunidad de separarse del Reino Unido en 2014, cuando los escoceses votaron por 55-45 seguir siendo parte de la unión; pero, tras el Brexit, donde los escoceses votaron ampliamente por quedarse en la Unión Europea, la primer ministra, Nicola Sturgeon, advierte que las circunstancias han cambiado fundamentalmente para ocasionar otro referéndum en otoño de 2018, que en el hemisferio norte comienza en septiembre.
Escocia era un reino independiente hasta 1707, cuando su parlamento firmó el Acta de Unión con Inglaterra. El país tiene una población de 5,3 millones de personas, un 8% más que el la población de Gran Bretaña.
Sturgeon justificó como una buena ocasión para un referéndum de independencia el otoño 2018, ya que se aproxima a la fecha en la que Theresa May, primera ministra del Reino Unido, debe pautar un acuerdo de salida con la UE.
"Dentro de esa ventana, cuando el esbozo de un acuerdo del Reino Unido se esclarezca y salga de la UE, creo que sería un tiempo razonable para que Escocia tenga esa opción, si ese es el camino que elegimos seguir", declaró a la BBC Sturgeon, quien dirige el gobierno independentista de Edimburgo.
De acuerdo con las convenciones constitucionales del Reino Unido, el gobierno de May deberá aprobar un segundo referéndum en Escocia, lo cual considera innecesario.
Una mayoría de las encuestas revelan que el apoyo por la independencia escocesa se ha mantenido cerca del 45% desde 2014 y que la mayoría de sus ciudadanos no quieren otro voto de separación.
Sin embargo, una encuesta por Ipsos MORI publicada el jueves sugiere que un 50% de aquellas personas que probablemente voten apoyan el movimiento independentista.