Antonia sentía que algo no andaba bien en su cuerpo. Específicamente, no estaba cómoda con su vagina. Contó que cada vez que estaba con un hombre, éste le hacía bullying por la forma que su órgano sexual tenía. Atormentada por la situación, decidió someterse a una cirugía plástica para mejorar su aspecto.
La mujer concurrió a una clínica privada donde debió pagar casi 4 mil dólares para recuperar la imagen de su vagina que pretendía. Incluso, Antonia dibujó para el canal digital BBC Three lo que para ella es una "vagina perfecta". En cambio, la suya "parece un Big Mac". El documental se llamó Mi inusual vagina y causó furor en el Reino Unido.
Al visitar al cirujano plástico, éste le explica qué debe hacerse para "mejorar" su aspecto. Para ello habrá que practicar una labioplastia. "Para mí, tener sexo es difícil, porque puede doler y sentirse incómodo", reconoció la mujer. En el Reino Unido, las cirugías plásticas de vagina se multiplicaron por cinco en los últimos diez años, de acuerdo con el Royal College of Obstetricians and Gynaecologists.
"Cómo se supone que te sientas cuando el principal órgano te hace sentir completamente incómoda y además te duele físicamente. No es una parte de mi vida que explore y disfrute", sufre Antonia.
Durante el documental puede verse cómo la mujer es sometida al corte de sus labios vaginales en primer plano, sin censura alguna. Pasadas tres semanas de la operación, Antonia no quedó conforme con una parte del trabajo. "Quedó deformada", concluyó.
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