El régimen norcoreano de Kim Jong-un decidió expulsar el lunes al embajador de Malasia, quien tendrá 48 horas para dejar el hermético país comunista, según informó la agencia estatal KCNA.
La decisión se tomó luego de que ese país hiciera lo mismo el sábado con el representante de Pyongyang en Kuala Lumpur, para evitar que interfiriera en las investigaciones sobre el asesinato de Kim Jong-nam, medio hermano del dictator.
El norcoreano Kang Chol se retiró el mismo lunes de Malasia diciendo en el aeropuerto que "la autopsia sobre Kim Jong-nam se realizó sin el consentimiento de Corea del Norte y luego se arrestó a unos de sus ciudadanos sin tener evidencias".
También advirtió que la medida "extrema" del Gobierno malasio causaría "serios daños" a las relaciones bilaterales.
La expulsión de recíproca del diplomático de Malasia apostado en Pyongyang parece ser la primera muestra de esta advertencia.
Kim Jong-nam, medio hermano de Kim Jong-un que vivía en el exilio y bajo un temor constante por su vida, fue asesinado el 13 de febrero de 2017 en el aeropuerto de Kuala Lumpur, cuando dos mujeres, presuntas agentes norcoreanas, aparentemente le rociaron un veneno en el rostro que le provocó la muerte.
Desde entonces, las autoridades de Malasia y Corea del Norte han entrado en conflicto por la investigación policial, la autopsia y el destino del cuerpo del miembro de la familia gobernante caído en desgracia.
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