La polémica por los supuestos vínculos entre funcionarios del gobierno del presidente Donald Trump con Rusia durante y después de la campaña presidencial de 2016 ya causó la renuncia de Michael Flynn, asesor de Seguridad Nacional del mandatario, y está provocando un escándalo alrededor de la figura del fiscal general, Jeff Sessions.
¿Pero quién es el diplomático ruso que se reunió con ambos y que podría ser el contacto entre Trump y el Kremlin?
Sergey Kislyak nació en 1950 en la ex Unión Soviética (URSS) y se graduó del Instituto de Física y Tecnología de Moscú en 1973 y de la Academia de Comercio Exterior en 1977, según datos oficiales de la Embajada de la Federación Rusa en Washington DC.
Poco se sabe de su infancia, pero Kislyak, quien según el Consejo Ruso de Asuntos Internacionales ha publicado artículos científicos, ingresó al Servicio Exterior soviético en 1977 y en 1981 llegó a ser subsecretario de la misión permanente de la URSS en las Naciones Unidas en Nueva York.
Hasta 1989 desempeñó diferentes cargos diplomáticos en Estados Unidos, para luego retornar a su país y ser testigo de la caída de la superpotencia comunista.
En el Servicio Exterior de la emergente Rusia ocupó diferentes cargos en las áreas de ciencia y tecnología, hasta que en 1998 volvió a ser destinado en el extranjero al convertirse en embajador de la Federación Rusa en Bélgica y representante ruso en la OTAN.
Entre 2003 y 2008 retornó a Moscú para convertirse en viceministro de Relaciones Exteriores durante las primeras dos presidencias de Vladimir Putin.
Su vuelta a los Estados Unidos tuvo lugar en 2008, cuando fue nombrado embajador extraordinario y plenipotenciario durante el mandato de Dmitry Medvedev, cargo que ocupa hasta la actualidad.
También es el enviado permanente de Rusia a la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington, según informa el Consejo Ruso de Asuntos Internacionales.
Además de su lengua natal, Kislyak habla inglés y francés, está casado y tiene una hija.
El hermético diplomático ha tenido pocas intervenciones públicas, pero en 2015 dijo ante una audiencia de estudiantes estadounidenses: "Entendemos que los Estados Unidos no son un mero país entre otros y que son excepcionales a su manera, pero también Rusia es excepcional así como muchos otros países".
"La diferencia es que nosotros no imponemos nuestra visión del excepcionalismo en otros. Pero en los Estados Unidos hay una tendencia a creer que tienen el derecho a liderar", dijo Kislyak, según reportó la revista estadounidense Newsweek.
En tanto, días antes de la renuncia de Flynn, el embajador dio una entrevista al canal estatal Russia-24 en la que dijo que "la intención de los legisladores estadounidenses de quitarle el poder al presidente para levantar las sanciones contra Rusia y atribuírselo al Congreso es una medida que apunta contra Russia y el presidente [Trump]".
Michael Flynn renunció al cargo de asesor de Seguridad Nacional del gobierno de Trump el 13 de febrero, luego de que trascendiera que mantuvo dos reuniones con Kislyak en diciembre, cuando el mandatario aún no había asumido y en las que habrían discutido el levantamiento de sanciones, tras haberlo negado repetidas veces.
En tanto Jeff Sessions, fiscal general de los Estados Unidos, se enfrenta a fuertes presiones para su renuncia luego de que el Washington Post develara que en 2016 también se reunió con Kislyak, lo cual había ocultado.
Sessions dirige las investigación del FBI sobre la presunta interferencia de Rusia en las elecciones del año pasado, por lo que sus vínculos ocultos provocaron una fuerte reacción de todo el arco político.
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