Rusia adelantó este viernes que utilizará su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para frenar la imposición de sanciones al régimen sirio por el uso de armas químicas en la guerra civil que vive el país desde el año 2011.
Según Moscú, la resolución que buscan impulsar las potencias occidentales es "parcial", "prejuzga los resultados de la investigación" y no está basada en suficientes pruebas, según dijo a los periodistas el embajador adjunto ruso Vladimir Safronkov.
La postura rusa fue inmediatamente criticada por Estados Unidos, cuya representante en la ONU, Nikki Haley, se preguntó: "¿Por cuánto tiempo va a seguir Rusia haciendo de niñera y creando excusas para el régimen sirio?".
“¿Por cuánto tiempo va a seguir Rusia haciendo de niñera y creando excusas para el régimen sirio?”
"O estás a favor de las armas químicas o estás en contra", dijo Haley, que defendió que la resolución es necesaria y que aseguró que Estados Unidos no se va a "quedar callado".
La propuesta lleva meses bajo discusión y busca sancionar a varios responsables sirios por el uso de armas químicas, después de que una investigación conjunta de la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) determinara que el régimen estuvo detrás de varios ataques con sustancias prohibidas en 2014 y 2015.
Francia y el Reino Unido han liderado la preparación del texto y el viernes anunciaron su intención de someterlo a una votación cuanto antes.
"Consideramos que ha llegado el momento de avanzar", dijo a los periodistas el embajador francés, François Delattre, que defendió que la "credibilidad" del Consejo de Seguridad está en juego.
"Tenemos pruebas claras de que se han usado armas químicas en Siria contra poblaciones civiles, y también tenemos indicaciones convergentes de que estas armas siguen usándose en ese país. Si uno lo piensa, en la escala de las amenazas a la paz y la seguridad, aquí estamos en el 10″, dijo Delattre.
Rusia, que en los últimos años ha usado su derecho de veto en varias ocasiones para proteger al Gobierno sirio, ha dejado claro repetidamente que se opone a sancionar a Damasco sobre las bases existentes.
El Consejo de Seguridad discutió el viernes nuevamente la cuestión a puertas cerradas, con las potencias occidentales presionando para actuar.
"Acabo de explicar nuestra posición muy claramente a mis colegas: si se presenta (la resolución) la vetaremos", dijo el representante ruso, que opinó que someter el texto a voto sabiendo eso sería "una provocación".
Pese a ello, EEUU, Francia y el Reino Unido dejaron claro que prevén seguir adelante con su iniciativa.
"Nos han dado todas estas razones por las que no deberíamos presentar la resolución, por qué el momento es equivocado. Eso es exactamente por lo que el momento es el adecuado", defendió Haley.
Un acuerdo entre Moscú y Washington llevó en 2013 a Siria a aceptar la destrucción de su arsenal químico tras varios supuestos ataques y posteriormente el Consejo de Seguridad aprobó resoluciones para investigar nuevas denuncias.
Sin embargo, desde entonces Rusia ha cuestionado repetidamente la objetividad y el trabajo desarrollado por los expertos que se han ocupado del caso.
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Con información de EFE