La ONU reportó que actualmente hay más de 244 millones de migrantes en el mundo, 40% más que en 2000. Y más allá de la búsqueda de nuevas oportunidades, ¿qué es lo que hace feliz a los expatriados en sus nuevos hogares?
La red global de comunidades InterNations desarrolla anualmente una encuesta (Expat Insider Survey) a más de 14.000 expatriados de 191 países que aborda 43 aspectos de la vida en el exterior, que van desde lo amigable de los residentes y la vida familiar, hasta el costo de la vida y si es posible tener un balance entre el trabajo y el hogar, explicó un artículo de la cadena BBC.
Estos son, según los expatriados encuestados, los cinco países que encabezan la lista de mejores destinos:
Ecuador
Comida sabrosa y barata, gente amigable y un sistema de salud económico son algunas de las razones para irse a Ecuador. Y la diversidad de las ciudades le brinda al extranjero un amplio abanico de opciones.
"Las personas que vienen en plan de retiro a Ecuador buscan el bajo costo de la vida y la costa. El lugar para ellos es la región sureste del país y Ambato (a 150 kilómetros de Quito)", explicó Hagai Gat, quien llegó de Israel, y ahora vive en Guayaquil. "Si la persona está en un plan más de negocio o le gusta salir, sus opciones pudieran ser Quito, Guayaquil y Cuenca".
Gat advirtió que las ciudades grandes tienen su costo, expresado en el valor del alquiler y de los restaurantes. Para quienes tienen más habilidades con el idioma, el destino puede ser Atuntanqui, una ciudad de unos 20.000 habitantes.
México
Muchas personas se sienten atraídas por el clima de México y su cultura, llena de tradiciones y comida que mantiene felices a los residentes. "Es un país extraordinario, con miles de años de historia, playas fantásticas, maravillosa arqueología y ciudades coloniales", comentó Samira Hosseini, nacida en Irán. "Mención especial merece la comida. Por su diversidad y colorido es difícil de resistir", agregó.
Los expatriados también resaltan esa cualidad del mexicano para hacer que uno se sienta como en casa. "Con tantas fiestas y salidas con amigos, no me sentí solo ni un día en México", dijo Hosseini. La mayoría de los trabajadores posee cierto nivel de inglés, lo que facilita la integración de los extranjeros.
Muchos expatriados buscan los pueblos cerca de la playa como Tulúm o Puerto Vallarta, pero Ciudad de México es la meca del país. Por si fuera poco, la capital mexicana tiene un atractivo adicional. "Los inmigrantes pueden encontrar a menudo un restaurante que sirva comida de su país natal y festivales internacionales como Oktoberfest", alertó Samson Wokoma, oriundo de Nigeria.
Aunque es una ciudad más económica que otras capitales occidentales, Ciudad de México es una de las zonas más caras del país. En todo caso, Wokoma comentó que una familia puede vivir cómodamente en esta ciudad con un presupuesto de USD 760 al mes.
Taiwán
Una cultura de gente cálida, combinada con las comodidades de la vida occidental, hacen realmente fácil la vida de los migrantes, especialmente por la naturaleza servicial de los taiwaneses.
"Me quedé sorprendido por las expresiones tan acogedoras de los taiwaneses, por la paciencia que mostraban cuando trataba de hablar en mandarín, o cuando dejaban sus ocupaciones para ayudarme cuando me encontraba en apuros", dijo Mónica Mizzi, oriunda de Australia y ahora residente en Taipéi. "La mayoría de los expatriados se queda en Taipéi, porque mucha gente habla inglés y el transporte es sencillo", agregó.
En esta ciudad muchos prefieren vivir en Tienmu. "Es un 'distrito de extranjeros' con una apariencia más suburbana, más alejada del sistema del metro", explicó Lizzie Gerock, quien llegó desde Estados Unidos.
Aunque el costo de la vida es menor a otras capitales asiáticas, establecerse aquí puede que no sea barato. "Comprar cualquier cosa proveniente del exterior, como por ejemplo comida, aparatos electrodomésticos, ropa o zapatos, puede ser caro", advirtió Karen Farley, de Canadá.
La otra cara de esa moneda es que la comida en Taipéi es "increíblemente deliciosa", comentó Mizzi, mientras que comer fuera a menudo es más barato que hacerlo en la casa.
Malta
Su clima cálido y la cercanía a Europa son los grandes atractivos para este país en el Mediterráneo. El clima estimula un ritmo de vida calmado, por lo que quienes deseen migrar deben prepararse para un ambiente relajado en vez del ajetreo al que pueden estar acostumbrados. "Algunas tiendas cierran temprano en la tarde para hacer la siesta, y muchas personas suelen señalar la lentitud del servicio en los restaurantes", dijo Silvia Di Felice, proveniente de Roma.
Los pueblos de Saint Julian y Sliema, ubicados en la costa este, atraen a personas a las que le gustan los restaurantes y la vida nocturna. Para quienes buscan un estilo de vida más campestre y tranquilo, la recomendación es Valletta, Naxxar y Birgu. El país cuenta con una gran oferta en eventos culturales, como el Festival Internacional de Arte y el Festival de Cine de Valletta, así como ferias de comida local.
Aunque el sistema de impuestos para los expatriados resulta atractivo, la renta puede ser elevada, por lo que aconsejan investigar para encontrar un buen precio.
Nueva Zelanda
La impactante belleza natural de este país seduce a personas de todas partes del mundo, y con un fácil acceso tanto a la ciudad como a las playas, los extranjeros adoptan sin problemas el estilo relajado que impera allí.
De acuerdo con Purva Bhatnagar, quien creció en Hong Kong y Singapur, un típico "kiwi" trabaja de 8:30 am a 5:00 pm, nunca hace horas extra, disfruta cada comida y aprovecha los fines de semana para hacer actividades como fiestas, viajes por carretera o excursiones con la familia.
Pero si hay un plan más citadino, Bhatnagar sugirió Auckland, que describe como la "Nueva York de Nueva Zelanda". Por su parte, Wellington es un poco menos poblada, pero al ser la capital tiene una abundante oferta de empleos en el gobierno, educación y tecnología.
En cambio, si se quiere vivir la naturaleza al máximo el destino es Queenstown, donde también hay ofertas de trabajo en la industria de servicios. A cambio de ese ritmo de vida sin dramas, los inmigrantes deben ajustarse a un salario relativamente más bajo comparado con el costo de los bienes, en particular las casas.
En todo caso, viajar, las actividades al aire libre y el sistema de salud pública siguen siendo baratos frente a lo que cuestan en otras partes del mundo.
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