"No devolvemos nuestros territorios. Crimea es territorio de la Federación de Rusia", señaló la vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores, María Zajárova, durante una rueda de prensa, según informó RIA Novosti.
Las declaraciones son la respuesta rusa a una serie de cuestionamientos de la Casa Blanca sobre Crimea realizadas este martes.
En efecto, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, afirmó que el presidente estadounidense Donald Trump espera que "el Gobierno ruso reduzca la intensidad de la violencia en Ucrania y devuelva Crimea".
De igual forma, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que la soberanía de Rusia sobre Crimea ni siquiera se puede discutir, "porque Rusia no discute los asuntos de su territorio con los socios extranjeros".
Peskov recordó que el asunto de Crimea no se trató en la conversación telefónica que mantuvieron hace poco Trump y el presidente ruso Vladimir Putin.
Por lo tanto, Moscú espera que cuando mejoren las relaciones con Washington, Rusia "tendrá la oportunidad de explicar con a los socios estadounidenses, con tranquilidad y de forma constructiva, sus argumentos" sobre la anexión de la península.
Previamente, la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, aseguró en el Consejo de Seguridad que las sanciones impuestas en 2014 por la anexión de Crimea se mantendrán "hasta que Rusia devuelva el control de la península a Ucrania".
"Nosotros queremos mejorar nuestras relaciones con Rusia. De todas maneras, la terrible situación en el este de Ucrania exige una clara y firme condena de las acciones de Rusia", indicó.
En efecto, la situación se complicó en los últimos días, con una escalada de enfrentamientos entre las tropas del gobierno ucraniano y los rebeldes separatistas apoyados por Rusia.
En marzo de 2014, tras meses de una aguda crisis política en la región, Rusia celebró un referéndum que definió la anexión de la península, aunque Ucrania no reconoce los resultados.
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