Según publicó el diario saudita Al-Watan y la agencia Al-Arabiya, el presidente sirio Bashar Al-Assad está gravemente enfermo y la pasada semana la Brigada especial del ejército sirio que conforma su guardia personal rechazó -con ayuda de la Policía Militar rusa- un intento de golpe de estado encabezado por su hermano Maher Al-Assad.
El hermano menor del presidente intentó derrocarlo apoyado por Irán. Sin embargo, su intento fue frustrado por las fuerzas rusas y debió escapar de Damasco por lo que es muy probable que en estos momentos se encuentre en Teherán. La fuente siria de la noticia es el periodista local Firas Karam.
Karam escribe para el portal sirio L'Orient News. La información publicada por el periodista indica que "la unidad de la comunidad alawita a la que pertenece el clan Assad se ha fracturado y sus oficiales y funcionarios se han dividido en dos bandos; por un lado están los que apoyan a Irán y al presidente Bashar Al-Assad y por otro los que alinean con Rusia".
En la misma dirección, Al-Watan publicó el 02 de Enero que "varios miembros de cada bando han sido asesinados por hombres del otro sector". En tanto Al-Arabiya informó que aun se están llevando a cabo asesinatos mutuos entre los dos sectores alawitas, particularmente de altos oficiales leales al presidente y que se alinean con la República Islámica de Irán.
Según el diario saudita, "en la última semana se produjo un despliegue a gran escala de las fuerzas rusas en Damasco con el propósito de detener las incursiones iraníes en varios barrios de la ciudad".
El relato de Karam en el portal L'Orient News ratifica lo publicado por el diario saudita y amplía la información indicando que los hechos relacionados al golpe de Estado encabezado por el hermano del presidente comenzaron el 28 de enero pasado, y que aun no ha sido sofocado de manera total. Según Karam, aun se observa "un gran despliegue de la policía militar rusa en las principales calles de Damasco y alrededor de la embajada rusa, el palacio presidencial y el cuartel general".
El pasado martes el portal de noticias donde trabaja Karam informó que "el comandante de la base aérea rusa en Latakia fue trasladado con grandes medidas de seguridad a la embajada rusa en Damasco".
Al día siguiente, Karam informó que la cuarta división de blindados de Damasco, comandada por Maher -el hermano del presidente- se encontraba desplazada y en alerta máxima, al igual que la Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea. Ese día, las agencias de seguridad de tres países del Golfo aliados a Arabia Saudita informaron que el personal militar y los miembros influyentes de la comunidad alawita se habían dividido en dos grupos -los que apoyan a Rusia y los que apoyan a Irán-, y que "elementos de la Guardia Revolucionaria Iraní han llevado a cabo una serie de asesinatos de oficiales de alto rango en las fuerzas del presidente Assad".
Según la lectura de la inteligencia saudita, la serie de asesinatos en Latakia y Damasco está vinculada a "futuros cambios de seguridad con Rusia". Los sauditas afirman que en los últimos días "más de seis oficiales de alto rango de la región costera siria han sido asesinados bajo circunstancias sospechosas al igual que varias figuras cercanas a los rusos".
Para la inteligencia de los países del Golfo es muy posible que la división en la comunidad alawita se deba a que "Maher Al-Assad está trabajando con los iraníes para hacerse cargo del aparato militar y de seguridad en Damasco". Sin embargo, los rusos frustraron el primer intento de golpe del 28 de enero, como lo informa Karam, quien publicó que las fuerzas rusas habían impedido las incursiones iraníes en "once barrios y ocho administraciones militares sirias, incluida la Base Aérea de Almaza".
La prensa saudita también informa que la policía militar rusa fue desplegada alrededor del palacio presidencial y del cuartel general del estado mayor el día 30 de enero, y que aun continúan reforzando la guardia personal del presidente Bashar Al-Assad.
Para Al-Arabiya, "los hechos son una acción desesperada de Irán por tratar de imponer a Maher Al-Assad y destituir a su hermano Bashar en la presidencia del país dado que la inteligencia iraní percibe que Vladimir Putin está acercándose a un acuerdo en materia de resolver la guerra civil siria con el presidente Donald Trump. Ambos líderes planean combatir y suprimir juntos el terrorismo islámico, pero Irán teme que no solo focalicen en la desarticulación del Estado Islámico sino se fijen en el grupo terrorista Hezbollah chiita, brazo armado y ejército de Irán en Siria y Líbano.
"La Republica Islámica de Irán está percibiendo que las reglas del juego están cambiando drásticamente con la asunción del presidente Trump, y que su influencia con el terrorismo regional, ejercida durante toda la era Obama puede volverse un pasado lejano para Teherán", publicó Karam el pasado miércoles y agregó que "los líderes iraníes saben que Moscú puede abandonarlos tan rápido como ingresó a esa guerra, y el impacto de ello puede afectar a Irán con consecuencias muy graves y más alla de la guerra civil siria.
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