Un grupo de hackers intentó extorsionar a políticos rusos y terminaron en prisión

Alexander Glazastikov, el único integrante de la banda que logró escapar, compartió datos comprometedores sobre el grupo “Shaltai Boltai” y su relación con las autoridades rusas

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Alexander Glazastikov, miembro de Shaltai Boltai, fue entrevistado por el canal Dozhd TV desde Tallinn, Estonia
Alexander Glazastikov, miembro de Shaltai Boltai, fue entrevistado por el canal Dozhd TV desde Tallinn, Estonia

Un grupo de hackers rusos denominado "Shaltai Boltai" extorsionaba a políticos y empresarios rusos a cambio de dinero. Su método de acción consistía en meterse en sus computadoras donde robaban cartas y documentos que luego publicaban si sus victimas no estaban dispuestas a pagar el monto que demandaban.

En un primer momento, cuando el grupo fue identificado y capturado por el Servicio Federal de Seguridad (FSB), les fue ofrecido un pacto: los miembros del grupo no serían detenidos si revelaban a los agentes lo que habían conseguido antes de publicarlo. Sin embargo, el acuerdo no prosperó y el líder de la banda, Vladimir Anikeyev, y otros dos hombres terminaron detenidos.

La oficina central del FSB en Moscú
La oficina central del FSB en Moscú

Tras las acusaciones contra la inteligencia rusa de hackear al partido demócrata de Estados Unidos en un supuesto intento de favorecer la elección de Donald Trump en las elecciones presidenciales, el caso del grupo provocó mucha perplejidad.

En tanto, Alexander Glazastikov, uno de los miembros de la red, logró escapar y esta buscando asilo político en Estonia. En una entrevista con el canal Dozhd TV, aseguró que "nuestro grupo no se ha metido con nadie fuera de Rusia. No nos interesaban ni los demócratas ni los republicanos".

Si bien la entrevista no aclaró dudas sobre la participación rusa en las elecciones estadounidenses, sí arrojó luz al oscuro mundo de la política rusa y su relación con grupos de hackers. También iluminó el negocio de los mismos en Rusia, donde el chantajeo cibernético es una práctica común y que en muchos casos queda impune.

Glazastikov, por otra parte, admitió un error: según el hacker, el grupo se equivocó al publicar cartas y documentos del director del departamento de construcciones del Ministerio de Defensa. Tras burlarse en una carta abierta del director de la contrainteligencia militar por sus vulnerables sistemas de seguridad cibernética, el grupo despertó la furia de las autoridades.

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(AFP)
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