La investigación sobre el asesinato en enero en Reykiavik de una joven, que conmocionó a la pacífica Islandia, ha progresado con los resultados de la autopsia, que permiten inferir que la víctima fue estrangulada antes de ser arrojada aun viva al mar.
El lunes de noche, la televisión pública RUV reveló las conclusiones preliminares de la autopsia de Birna Brjansdottir, de 20 años de edad, cuyo cadáver había sido encontrado a orillas del mar en una playa el 22 de enero, 8 días después de su desaparición.
Según fuentes cercanas a la investigación, el examen del cuerpo demuestra que fue estrangulada y luego arrojada aun viva al mar. La policía declinó este martes hacer comentarios sobre estas informaciones, a la espera de un informe final de la autopsia.
Este asesinato conmovió a Islandia, una isla con 330.000 habitantes donde los homicidios son rarísimos (1,8 por año desde 2001), y por lo general son obra de alguien del entorno de la víctima, por lo tanto fácil de identificar.
Un groenlandés tripulante de un barco pesquero, de paso por Islandia el día en que se produjo el homicidio, se encuentra detenido. El Tribunal supremo islandés rechazó este martes una demanda para su puesta en libertad.
Los investigadores lo identificaron rápidamente como sospechoso, pero su detención hizo necesario obligar a regresar a puerto al pesquero en el que estaba embarcado cuando navegaba en pleno Atlántico norte, para lo que fue necesario la intervención de fuerzas especiales islandesas.
Según imágenes registradas por cámaras de videovigilancia, Birna Brjansdottir desapareció en el centro de Reykiavik el sábado 14 de enero hacia las 05h00 de la madrugada tras una noche de fiesta. Sobre el amanecer fue dos veces filmada por cámaras de seguridad en el centro de la ciudad, después se perdió su rastro de manera abrupta. Esa mañana no se presentó en la tienda de ropas donde trabajaba.
Los datos telefónicos permiten deducir que fue llevada en un vehículo hacia el puerto de Hafnarfjördur, a 11 kilómetros de allí. El vehículo en cuestión es con seguridad un coche alquilado por marinos groenlandeses, entre ellos el detenido, puesto que se encontraron a bordo rastros de sangre de la víctima.
La misma habría sido estrangulada dentro del auto para después ser lanzada a las aguas heladas, probablemente desde un puente.
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Con información de AFP