El proyecto de ley británico para romper con la Unión Europea, conocido como Brexit, superó este miércoles con amplia mayoría la primera de las cuatro votaciones a la que será sometido en el Parlamento.
La votación se llevó a cabo luego de casi 17 horas de debate, con 498 votos a favor y 114 en contra.
En su recorrido hasta convertirse en ley, el texto será votado una vez más en la Cámara de los Comunes, donde el gobierno conservador cuenta con mayoría absoluta, y dos en la de los Lores, donde no, aunque al estar integrada por miembros no electos no se espera que contradigan "la voluntad popular", tan esgrimida en el debate.
Se trata del primer paso concreto de Londres hacia la ruptura con la UE, desde que el 23 de junio el 52% de los británicos votaran a favor de este, frente al 48 por ciento en contra.
El Partido Conservador, con más de la mitad de los escaños, sumó el apoyo de gran parte del Partido Laborista, primero de la oposición, para dar luz verde a una legislación que previsiblemente recibirá el respaldo definitivo de la Cámara baja la próxima semana.
Cerca de una treintena de diputados laboristas se rebelaron contra la disciplina de voto impuesta por su líder, Jeremy Corbyn, y se alinearon en contra de la ley, junto al Partido Nacionalista Escocés (SNP) y la mayoría de los liberaldemócratas.
Los legisladores votaron a favor de dar al primer ministro el poder de activar el artículo 50 y comenzar las negociaciones para que el Reino Unido abandone la Unión Europea.
La decisión mantiene intacto el calendario provisional de Theresa May de desencadenar el Artículo 50 a finales de marzo, para establecer la moción de dos años de negociaciones con la UE sobre los términos de la salida del Reino Unido.
Theresa May tiene el poder de activar el Artículo 50 para iniciar el Brexit
El proyecto de ley devuelve al primer ministro los poderes que la Corte Suprema decidió no tener para iniciar unilateralmente el proceso de salida de la Unión Europea, eliminando efectivamente miles de leyes aprobadas por los tribunales europeos del estatuto.
Cuatro legisladores laborales, Rachel Maskell, Dawn Foster, Jo Stevens y Tulip Siddiq, renunciaron a sus cargos y votaron en contra del látigo laboral.
Con información de EFE y AFP
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