El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) sigue resistiendo las ofensivas de las fuerzas iraquíes en Mosul. Y para evitar perder el control de su último bastión en Irak, apelan a su extrema brutalidad. Organizaciones humanitarias alertaron de que cerca de 350.000 niños están amenazados de muerte por los terroristas, si sus familias intentan escapar de la ciudad.
La agencia Save the Children informó que la mitad de los 750.000 civiles que se encuentran atrapados en el oeste de Mosul son menores de edad.
Y aunque sus familias no intentasen escapar, tanto los niños como los adultos están en serio riesgo, ya que quedan expuestos al fuego cruzado entre ISIS y las fuerzas gubernamentales. Asimismo, en varias ocasiones los yihadistas utilizan a los civiles como escudos humanos.
A tres meses de la ofensiva de Mosul, la crisis humanitaria en esa región iraquí es cada vez más alarmante.
Esos casi 750.000 civiles están fuera del alcance de las agencias humanitarias y con el correr de las semanas se van quedando sin alimentos, agua y suministros básicos.
Ante esta situación Save The Children solicitó a las fuerzas iraquíes y sus aliados, encabezados por Estados Unidos y el Reino Unido, que tomen todas las precauciones posibles para minimizar el riesgo para los civiles, y así garantizar que los niños y sus familias dispongan de rutas seguras para escapar de las zonas de guerra tan pronto como sea posible.
"Nadie es capaz de conseguir nada para los niños; no hay comida ni leche para los bebés. Los mercados están vacíos y los suministros que almacenan están casi agotados", relató al diario The Independente Mahmoud, un médico que vive en una zona del este de Mosul, que recientemente fue liberado por las tropas iraquíes.
"Hay un gran riesgo para las familias que tratan de huir. Si ISIS ve a una familia tratando de escapar, los matan en el acto", agregó.
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