Se sabe que Luis XIV convirtió al Palacio de Versalles en el centro de la vida social y cultural de la aristocracia francesa. Lo que no se sabía es cómo era la intimidad de los encuentros entre los nobles. Según Una historia erótica de Versalles, un nuevo libro escrito por Michel Vergé-Franceschi y Anna Moretti, las fiestas sexuales estaban a la orden del día.
Una de las mayores protagonistas de esa época de lujuria fue Ninon de Lenclos. Nació el 10 de noviembre de 1620 en París. Su madre era una religiosa devota, pero su padre era conocido por sus andanzas en los burdeles de la ciudad. Ninon combinó influencias de ambos. Si bien no era religiosa, era una estudiosa de la literatura y de las artes. Pero al mismo tiempo fue una ávida exploradora de los placeres humanos.
A los 17 años quedó huérfana y heredó una interesante fortuna. La administró de manera ejemplar. Compró una casa y la ambientó como pocas. No pasó mucho tiempo hasta que pasó a ser un sitio de encuentro de buena parte de la nobleza francesa.
En las reuniones que agasajaba, Ninon hacía gala de su sabiduría literaria y de su gracia. Luego mostraba sus dotes sexuales. Algunas veces con hombres que elegía individualmente para encuentros íntimos. Otras con muchos a la vez. Algunas estimaciones se animan a aventurar que tuvo sexo con más de 5.000 personas, la mayoría miembros de la nobleza. Se dice que nadie dejó de pasar por su cama, con la única excepción del rey.
Pero la historia de Ninon tiene costados mucho menos festivos. Despertaba pasiones tan exacerbadas que muchos hombres, especialmente sus amantes más jóvenes, terminaron suicidándose, sin que a ella le importara demasiado. Por otro lado, testimonios de la época dan cuenta de que entre sus parejas sexuales estuvo su propio hijo, cuando ella tenía ya más de 50 años.
Muchas de estas actitudes le costaron caro. La presión de una parte de la corte que rechazaba sus prácticas la obligó a pasar más de un año confinada en un convento. Eso no la hizo perder el deseo. Al contrario, allí descubrió el lesbianismo.
Sus aventuras eróticas continuaron cuando salió y se extendieron hasta que pasó los 60 años. Después se convirtió a ser una suerte de gurú sexual para muchas mujeres que la iban a consultar. Murió el 17 de octubre de 1705 a los 84 años.
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