En una nueva agresión desmedida, el presidente filipino Rodrigo Duterte apuntó contra la Iglesia Católica. Sostuvo que está "llena de mierda" y acusó a los sacerdotes de "corruptos".
"Yo desafío a la Iglesia Católica. Están llenos de mierda. Tienen mal olor, corrupción, y todo eso", declaró el gobernante durante un discurso a familias de las Fuerzas de Acción Especial que murieron en disturbios en Mamasapano en 2015.
El polémico jefe de Estado acusó a los sacerdotes de "corruptos" y de cometer "actos pecaminosos". En su intervención, recordó que fue abusado por un cura cuando era estudiante en la Universidad Atenea de Davao.
Reveló además que tres miembros de su gabinete también fueron presuntamente abusados por sacerdotes católicos.
Duterte manifestó que la Iglesia de su país le pidió al Gobierno que financie coches de alta gama para los líderes religiosos. "¿No deberían avergonzarse de ustedes mismos? Eso es tan caro y hay tanta gente que no tiene para comer", replicó el presidente filipino.
Su descargo contra la Iglesia Católica tiene lugar luego de que los líderes religiosos iniciaran en el país una campaña para detener los asesinatos perpetrados por la unidad de lucha que conformó el gobernante para enfrentar al narcotráfico.
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En menos de siete meses ya fueron asesinadas 6.000 personas.
Desde que Duterte llegó al poder, en tanto, la policía abatió a 2.250 sospechosos de tener vínculos con el tráfico de drogas.
Esta iniciativa de la Iglesia enfureció al presidente filipino, quien luego de reconocer que mantiene relaciones con múltiples amantes, acusó a los sacerdotes de violar sus propios votos de celibato. "Somos iguales, con dos, tres esposas. No me hagan empezar… toda la hipocresía".
La Iglesia filipino, por su parte, aseguró que no busca derrocar a Duterte, sino detener las matanzas.