Tres fuertes temblores que alcanzaron una magnitud 5,6 grados en la escala de Richter sacudieron este miércoles la zona central de Italia, donde la nieve caída en los últimos días dificulta las tareas de bomberos y socorristas, informó el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV).
El terremoto se sintió muy fuerte en Roma, aunque el epicentro se situó en Montereale, entre las regiones del Lacio y Las Marcas, al noreste de la capital italiana. Se trata de un área duramente castigada por los sismos del año pasado, que causaron 298 víctimas y destruyeron la localidad de Amatrice.
"Quiero comenzar con un pensamiento compartido con Angela (Merkel) a las poblaciones de las áreas golpeadas por los sismos muy serios, por suerte por el momento no hay víctimas, pero la sucesión de temblores de esa entidad son factores de alarma para la población", dijo el premier italiano, Paolo Gentiloni, en una rueda de prensa en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, y comentó que está "monitoreando minuto a minuto la situación".
El primer temblor, de una magnitud de 5,3 de la escala de Richter, fue advertido en torno a las 10:25, hora local, en el centro del país. Se sintió en las regiones del Lacio, Abruzos y Las Marcas y fue advertido sensiblemente en Roma, donde en el centro histórico se movieron las paredes y pisos de los apartamentos.
Nuevos temblores se replicaron a las 11:14 en toda Italia central, de una magnitud de 5,6 grados, y en la capital italiana el sismo volvió a sentirse con mucha fuerza y los llamados a las centrales de la policía y bomberos bloquearon las comunicaciones. Una tercera réplica de terremoto fue advertida a las 11:26 con una magnitud de 5,3 grados.
El epicentro del sismo tuvo lugar entre Lacio y Abruzos: Montereale es el municipio más cercano, a una profundidad de 9 kilómetros. Amatrice se encuentra a unos 10 kilómetros del epicentro.
En las zonas damnificadas por el terremoto del año pasado, en los municipios de Amatrice y Accumoli, se verificaron algunos derrumbes. Los bomberos controlaban los edificios, tarea compleja por la presencia de mucha nieve. El sismo provocó el derrumbe de lo que quedaba del campanario de la iglesia de Sant'Agostino en la localidad de Amatrice. El edificio religioso ya había sido dañado gravemente por el terremoto que destruyó a esa localidad del Lacio el año pasado. Las fuerzas del orden están requisando tractores de campesinos para liberar los caminos y permitir llegar a pueblos aislados por la nieve en varias zonas de las regiones golpeadas por el sismo.
Muchos alcaldes de las principales localidades ya afectadas por los terremotos de 2016 declararon que el peligro mayor es el aislamiento en el que se encuentran a raíz de la abundante cantidad de nieve que cae desde hace varias semanas en la zona y aumenta los peligros de derrumbes.
Varias escuelas de estas regiones fueron evacuadas como medida de prevención mientras fueron suspendidas la audiencias en el tribunal de Ancona (Las Marcas).
Tras el temblor los ferrocarriles italianos decidieron interrumpir el tráfico de trenes entre las estaciones ferroviarias de Terni-Rieti-L'Aquila-Sulmona y Sulmona-Avezzano. Pese a la nieve en las regiones centrales de la península, mucha gente salió a las calles.
Los bomberos hallaban dificultades para llegar a las zonas afectadas por el sismo de esta mañana a raíz de la nieve presente en los caminos.
El terremoto ocurrido hoy fue generado por el mismo sistema de fallas que se activó el pasado 24 de agosto, según los primeros análisis de los expertos del Instituto nacional de geofísica y volcanología (Ingv).
El premier italiano, Paolo Gentiloni, seguía las noticias del nuevo sismo en contacto con el jefe de la Protección Civil, Fabrizio Curcio. Algunos edificios públicos y sedes de Entes fueron evacuados hoy en el centro de Roma. En algunos casos los empleados fueron invitados a abandonar el trabajo y regresar a sus casas por precaución.
En un importante banco cercano a la estación central, 500 personas regresaron a sus casas, al igual que en las oficinas del Instituto nacional de previdencia social (Inps), donde trabajan unas las 600 personas.
Siempre por motivos preventivos se suspendió el servicio en las dos líneas de subte, A y B, en tanto se llevaban a cabo los controles correspondientes y en su lugar están funcionado autobuses sustitutivos. También se cancelaron las visitas al palacio del Quirinal, sede de la presidencia de la república, y el uso del ascensor en el Coliseo.
Con información de ANSA