Según un sector de la prensa estadounidense —afín al Partido Republicano—, las conductas y las políticas del presidente saliente, Barack Hussein Obama, respecto a la República Islámica de Irán —donde los mullahs y el Pasdaran iraní han ordenado a sus ciudadanos cantar cada viernes en sus mezquitas la célebre consigna: "Muerte a América"— constituyen claramente traición.
"Estados Unidos entregó a Irán más de 10 mil millones de dólares en oro, efectivo y activos", afirma una investigación del periodista Adam Kredo, del periódico Washington Free, publicada el 9 de enero, en la que se indica que el gobierno de Barak Obama ha pagado a Irán más de 10.000 millones de dólares en oro, efectivo y otros activos desde 2013. La información cuenta como fuente a funcionarios iraníes, quienes revelaron que la Casa Blanca ha estado girando ese monto que fue pagado a la República Islámica.
Altos funcionarios iraníes confirmaron la semana pasada los informes oficiales de Teherán sobre la cantidad total de dinero enviado por Washington al régimen de los Ayatollahs en los últimos cuatro años. La cifra claramente confronta con las declaraciones oficiales proporcionadas por la Casa Blanca.
La última divulgación de Irán, que se suma a las afirmaciones anteriores sobre la Administración Obama, ofrece detalles de las transferencias a Irán —incluyendo un pago en efectivo de 1.700 millones de dólares incluido en un rescate de dos rehenes estadounidenses detenidos en Teherán en 2015— y confirma los giros de dinero de la Casa Blanca para reforzar la economía iraní y preservar el acuerdo nuclear firmado por Irán.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Bahram Ghasemi, confirmó la semana pasada un informe reciente del Wall Street Journal que detalla un monto por unos 10.000 millones de dólares en efectivo y activos proporcionados a Irán desde 2013, cuando el Gobierno se involucró en una diplomacia sensible respecto al acuerdo nuclear con Teherán.
Ghasemi reveló que la cifra de 10.000 millones de dólares sólo araña la superficie del monto total dado a Irán por los Estados Unidos en los últimos años. "No voy a hablar de la cantidad exacta", dijo Ghasemi, citado en un informe en lengua persa traducido de forma independiente para el Washington Free.
La cifra de 10.000 millones de dólares, en realidad, es una estimación "mezquina", dijo Ghasemi y agregó que Washington envió una combinación de efectivo, oro y otros activos al Banco Central de Irán. "Este informe es cierto, pero el valor fue mayor", dijo Ghassemi.
Ademas, "después de la conferencia de Ginebra y el acuerdo emergente, Washington decidió girar 700 millones de dólares por mes", según Ghassemi. "Con el giro de los fondos en efectivo, también recibimos entregas en lingotes de oro y otros instrumentos finacieros", declaró el funcionario de Teherán.
Los expertos regionales que hablaron con el Washington Free sobre estas revelaciones dijeron que la cifra de 10.000 millones de dólares ofrecida por el gobierno de Obama debería considearse "como una estimación reducida de lo que Irán exigió para permanecer en la mesa de conversaciones y negociar". El pasado martes, desde Londres la BBC afirmó que pudo corroborar a través de fuentes de la Administración Obama —que pidieron anonimato— la ratificacion de que estas operaciones de giros de dinero existieron. La BBC indicó en un breve informe sobre el tema que podría ser un delito grave por el que podría afrontar una exhaustiva investigación el presidente saliente, por favorecer a un país que exporta terrorismo.
Der Spiegel fue más allá y publicó la noticia de que existen altas posibilidades que, al dejar el Salón Oval, Barack Obama podría ser citado por una Corte Federal como un simple ciudadano para dar explicaciones sobre este asunto si, como se espera, un grupo de congresistas republicanos impulsara acciones legales.