Representantes de 70 países se reunieron este domingo en París con el objetivo de relanzar el proceso de paz entre israelíes y palestinos y promover la solución de los dos Estados, en un momento en que una ola de violencia afecta a toda la región. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, consideró que el encuentro fue "fútil" debido al objetivo de trazar condiciones "incompatibles" con la visión israelí.
La Conferencia por la Paz en Medio Oriente contó también con representantes de los cinco países miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), pero no tuvo la presencia de Israel o Palestina, que suspendieron el diálogo en 2014.
"Nuestro principal objetivo es restablecer por la fuerza que la solución de los dos Estados es la única posible", dijo el ministro de Exteriores de Francia, Jean-Marc Ayrault.
Ayrault también se refirió a la reciente polémica por el posible traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén y dijo que el hecho tendría "consecuencias extremadamente graves". En ese sentido, opinó que al presidente electo Donald Trump le resultaría "imposible" hacerlo.
El encuentro, que ya se realizó en junio de 2016, tuvo como objetivo demostrar un apoyo de la comunidad internacional a la solución de los Estados y poner de nuevo en agenda un tema que ha pasado a segundo plano en Medio Oriente debido a la guerra en Siria, Irak y Libia y el auge de grupos terroristas.
Sin embargo, Netanyahu consideró este domingo frente a su gabinete que la conferencia era "fútil" y que tenía como objetivo imponer a Israel condiciones "incompatibles" con sus necesidades nacionales.
Días antes había dicho que era una "impostura" y que "la Conferencia estaba amañada por los palestinos bajo los auspicios de Francia para adoptar posturas adicionales anti israelíes", en referencia a la resolución de la ONU de diciembre en la que se exige el fin de los asentamientos israelíes, fuertemente criticada por Netanyahu.
Por otro lado el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, quien se reunió el sábado con el Papa Francisco para la inauguración de la embajada palestina en el Vaticano, apoyó la conferencia y se espera que mantenga una reunión con el presidente Francois Hollande en los próximos días.
La cumbre se dio a cinco días de la asunción del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, quien generó en campaña una polémica al manifestar que llevaría la embajada de su país en Israel a la ciudad de Jerusalén, disputada también por los palestinos.
Trump fue a su vez crítico de la resolución de la ONU sobre los asentamientos y prometió cambios en el organismo luego de asumir el cargo. La conferencia del domingo es una de las últimas intervenciones del gobierno de Barack Obama en política exterior y la despedida del secretario de Estado John Kerry.
En tanto la región vive una renovada ola de violencia desde 2015 que se ha cobrado cientos de muertos entre israelíes y palestinos, el más reciente siendo el ataque terrorista de un palestino sobre un grupo de soldados israelíes en Jerusalén.
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