El nominado como secretario de Estado de los Estados Unidos, Rex Tillerson, lanzó el miércoles una dura advertencia contra las intenciones de Pekín en el mar del sur de China mientras ambos países protagonizan una escalada de tensiones a pocos días de la asunción del presidente electo Donald Trump.
"Vamos a tener que enviar una señal muy clara a China de que, primero, se termina la construcción de islas y, segundo, que su acceso a esas islas no va a ser permitido", dijo el ex ceo de ExxonMobil a un panel en el Senado de Estados Unidos durante su audiencia de confirmación.
Tillerson también declaró que la construcción de islas artificiales en aguas disputadas y su declaración de una zona defensa sobre las islas Senkaku, controladas por Japón, era "ilegal".
Beijing reclama para sí prácticamente todo el mar del Sur de China, lo que ha provocado fuertes tensiones con sus vecinos Vietnam, Malasia, Indonesia, Brunei, Filipinas y Taiwán. A esta situación se suman también las disputas con Corea del Sur y Japón en el mar de China Oriental.
Un tribunal internacional declaró el año pasado que no había base legal para el primer reclamo, pero Beijing desconoció su jurisdicción.
"Construir islas y ubicar activos militares en estas es similar a la toma de Crimea por parte de Rusia", dijo Tillerson. "China ha demostrado su voluntad de actuar persiguiendo sus propios objetivos, lo que por momentos ha entrado en conflicto con intereses de Estados Unidos", agregó.
El nominado secretario de Estado también destacó que China "no ha sido un aliado confiable" a la hora de contener a Corea del Norte, país sobre el cual Beijing posee una enorme influencia.
Las duras declaraciones de Tillerson llegan en medio de fuertes tensiones entre Washington y Beijing con respecto a Taiwán y en lo referido a cambios en la política comercial de Estados Unidos.
El presidente electo Donald Trump mantuvo una conversación con la presidente taiwanesa, primer contacto de este tipo desde que rompieran relaciones en 1979, provocando la ira de China, que envió a su flamante portaaviones al estrecho de Taiwán en una muestra de fuerza militar.
En tanto las posturas proteccionistas del magnate republicano y sus críticas a la relación comercial entre su país y China provocaron un intercambio en los últimos días, en el cual uno d elos medios estatales más importantes advirtió a Trump que habrá tanto "garrotes" como "flores" esperándolo.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lu Kang, respondió el jueves a las palabras y dijo que su países y Estados Unidos tienen "desacuerdos, pero que no deberíamos dejar que los segundos excluyan la cooperación entre los dos países".
"Esperamos que Estados Unidos mantenga una posición objetiva, deje de tomar partido en los conflictos y no los complique", agregó.
Con información de AFP y EFE
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