Qué opciones tiene el presidente electo Donald Trump frente al programa nuclear de Corea del Norte

Luego de la reacción en Twitter del mandatario estadounidense frente a la posibilidad de que Pyongyang desarrolle un misil intercontinental, la nueva Administración revisa sus alternativas a la hora de contener al régimen de Kim Jong-un

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El presidente electo Donald Trump comenzó a hacer política exterior antes de asumir con un tuit en el que prometió frenar la amenaza de un misil intercontinental norcoreano (AP)
El presidente electo Donald Trump comenzó a hacer política exterior antes de asumir con un tuit en el que prometió frenar la amenaza de un misil intercontinental norcoreano (AP)

El lunes el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, reaccionó en Twitter ante los anuncios del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un sobre la inminente prueba de un misil intercontinental con capacidad nuclear.

"¡No va a suceder!", dijo el republicano y provocó fuertes reacciones en el mundo, que incluso llegaron a China.

¿Pero cuáles son sus opciones reales para contener el programa nuclear norcoreano y evitar que Pyongyang desarrolle un arma atómica que pueda llegar a todos los rincones del planeta?

Durante más de dos décadas, republicanos y demócratas han probado con castigos y premios en un intento de limitar este desarrollo, pero lo cierto es que Corea del Norte aumentó la velocidad de sus avances y concluyó en 2016 dos pruebas nucleares y numerosos intentos balísticos.

Estas son algunas de las opciones que tiene Trump, según la agencia AP:

Diplomacia

El camino de la diplomacia es uno de los más difíciles de encarar frente al reclusivo y autoritario régimen de Pryongyang, centralizado y personalizado en la figura de Kim Jong-un.

Tres presidencias estadounidenses intentaron ofrecer ayuda humanitaria a cambio del desarme y los tres intentos, de Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama, no lograron resultados claros y fueron muy criticados en el Congreso estadounidense.

Además, ningún proceso diplomático parece escapar de la intermediación de China, principal aliado y última "línea de vida" de Corea del Norte.

El hermético Kim Jong-un se aferra a su programa nuclear para uso militar como una de sus últimas armas de negociación
El hermético Kim Jong-un se aferra a su programa nuclear para uso militar como una de sus últimas armas de negociación

Desde entonces el país mantiene una "paciencia estratégica", esperando que el régimen reduzca su programa nuclear como paso previo para las negociaciones, mientras que Pyongyang exige el fin de los ejercicios militares con Corea del Sur como requisito en el mismo sentido.

En junio el entonces candidato Donald Trump dijo que era su intención restablecer el diálogo e incluso indicó que estaba preparado para "comerse una hamburguesa" con Kim Jong-un.

Si lo logra, será la primera vez que los mandatarios de ambos países se reúnan desde el surgimiento de Corea del Norte en 1948.

Sanciones

La estrategia de las sanciones internacionales ha sido la más utilizada desde la primera prueba nuclear exitosa del régimen en 2006, seguida por otras cuatro en los siguientes 10 años, pero a pesar de sus efectos en la economía norcoreana, el país se las ha arreglado para continuar sus desarrollos armamentísticos.

El año pasado Estados Unidos aumentó las sanciones y las redireccionó a las empresas y bancos extranjeros dispuestos a hacer negocios con Pyongyang, pero debido al aislamiento del régimen, este esquema tampoco trajo resultados.

La estrategia de las sanciones internacionales es la más utilizada frente a la amenaza nuclear de Pyongyang, con poco éxito (AP)
La estrategia de las sanciones internacionales es la más utilizada frente a la amenaza nuclear de Pyongyang, con poco éxito (AP)

En este sentido China tiene un rol ineludible, ya que domina el comercio con el país y se resiste a aplicar sanciones por temor al surgimiento de una Corea unificada y alineada con Estados Unidos, a pesar de que ha manifestado dudas sobre los peligros del programa nuclear norcoreano.

De esta manera, romper la alianza entre Beijing y Pyongyang ha sido un objetivo de los últimos gobiernos de Estados Unidos, que no tuvieron éxito.

Intervención militar

Los riesgos en el uso de fuerza militar son altos. A pesar de Kim Jong-un no posee aún misiles intercontinentales, sus Fuerzas Armadas sí están capacitadas para atacar Corea del Sur, incluso en su capital, Seúl.

Un ataque de este tipo reanudaría un conflicto en la península coreana que se encuentra congelado desde el armisticio de 1953, que puso fin a la Guerra de Corea, y del que Washington, como aliado de Séul, no podría mantenerse al margen.

En Año Nuevo el régimen dijo estar cerca de probar su primer misil intercontinental (KNCA/Reuters)
En Año Nuevo el régimen dijo estar cerca de probar su primer misil intercontinental (KNCA/Reuters)

Pero la opción ha sido considerada. Bill Clinton planeó un ataque aéreo de precisión a las instalaciones nucleares norcoreanas en 1994, cuando aún eran incipientes, pero luego prefirió una vía diplomática.

Un bombardeo de este tipo sería más complicado en la actualidad, ya que la infraestructura dedicada al programa nuclear es considerablemente mayor y se encuentra mejor defendida.

Además, le resultaría difícil a cualquier mandatario encontrar apoyo regional para esta vía, que podría incendiar el mar de China Oriental e incluso el Meridional, ya en medio de una escalada de tensión por conflictos limítrofes entre sus vecinos.

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