Más allá del asteroide: los dinosaurios se extinguieron por su reproducción lenta

Un nuevo estudio científico comparó el tiempo de incubación de huevos de los reptiles y de las aves, y el “estilo familiar” de cada especie, en un escenario cada vez más agresivo para la supervivencia grupal

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Un embrión de dinosaurio en
Un embrión de dinosaurio en un huevo fosilizado (Gregory Erickson, FSU)

Quienes se conmovieron con el documental La marcha de los pingüinos habrán de sensibilizarse también por las dificultades que pasaban los dinosaurios para incubar sus huevos. Tan lenta era la gestación —hasta seis meses— que, según un nuevo estudio publicado por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NAS), fue uno de los factores capitales por los cuales, luego de la extinción del 75% de la vida en la Tierra por un asteroide, estos animales no hayan podido superar la extinción.

Según del paleobiólogo Gregory Erickson, de Florida State University (FSU), quien examinó embriones fosilizados en sus huevos, el período de incubación llegaba a seis meses. Eso presentaba un cuadro paradójico: para reproducirse, la especie se ponía en peligro. Un nido —ya fuera bajo tierra o superficial— impedía que los padres se movieran de donde estaba el huevo, por lo cual pasaban demasiado tiempo sin poder buscar comida o con una capacidad limitada para escapar de los predadores.

"Creo que es un dato importante para comprender por qué se extinguieron los dinosaurios", dijo el investigador a The Washington Post sobre su descubrimiento. Para un animal de gestación tan lenta probablemente fue mucho más difícil recuperarse de la destrucción que sufrió el planeta hace 66 millones de años. La vida volvió a la Tierra, pero no para ellos.

"Uno de los acertijos mayores sobre los dinosaurios corresponde a su embriología: casi nada se sabe", dijo Erickson. "¿Sus huevos se incubaban lentamente, como los de sus primos reptiles? ¿O rápidamente como los dinosaurios vivos hoy, las aves?". Un pollo se incuba en tres semanas; un canario, en 13 días; un pingüino emperador —como se popularizó con el documental que ganó el premio Oscar en 2006— dos meses, durante los cuales los padres los protegen del frío de la Antártida inmóviles, para brindarles el calor de su cuerpo.

Erickson encontró un método para calcular el tiempo de incubación: contar las capas de dentina mineralizada —que comienza a formar los dientes hacia la mitad del periodo de incubación— en dos huevos fósiles, uno de Protoceraptor, un animal de 60 kilos que vivió a finales del período Cretácico, hace 71 a 75 millones de años, y otro de su contemporáneo más grande, el Hypacrosaurus, que llegaba a las cuatro toneladas. El profesor de FSU estimó que para el más pequeño, la incubación era de tres meses, y para el otro, de seis.

Si se comparaba la reproducción de los dinosaurios con la de las aves era porque estas familiares modernas producen "un número relativamente pequeño de huevos grandes con períodos de incubación más cortos", se lee en el artículo publicado en la revista académica Proceedings de la NAS. "Este aspecto promueve una supervivencia mayor al limitar la exposición a los predadores y las perturbaciones ambientales, permite crías más grandes y aptas, y facilita una obtención rápida del tamaño adulto".

El estudio de Erickson demostró que, en realidad, estos huevos tan variados —de 194 gramos el del animal pequeño, de más de cuatro kilos del el más voluminoso— presentaban una familiaridad evolutiva con los de los reptiles. Lo cual cambia lo que se conocía no sólo sobre la embriología de los dinosaurios, sino sobre "las estrategias de su historia de vida, y su supervivencia tras la extinción masiva del Cretácico-Terciario". Básicamente: sus escasas posibilidades de competir por un nicho de vida luego del fenómeno.

El profesor Gregory Erickson cree
El profesor Gregory Erickson cree que la prolongada incubación de los huevos contribuyó a la extinción de los dinosaurios. (FSU)

El trabajo también plantea novedades de interpretación sobre el estilo familiar de los dinosaurios: una incubación tan prolongada y un periodo de maduración de la cría de un año restringía sus hábitats allí donde el clima lo permitiera, lo cual dificultaba la migración y los exponía a los predadores, los desastres climáticos y el hambre. El hecho de que se los presuma de sangre caliente tampoco ayudó: requerían muchos recursos que los ponía en desventaja con otros animales que sobrevivieron al asteroide y el cambio climático. "Suponemos que nuestros hallazgos tienen implicancias para comprender por qué los dinosaurios se extinguieron a finales del Cretácico, mientras que los anfibios, las aves, los mamíferos y otros reptiles pudieron superarlo y prosperaron", dijo Erickson.

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