Si bien se desconoce la capacidad nuclear que ostenta Corea del Norte, Estados Unidos y Corea del Sur trabajan en conjunto para evitar cualquier posibilidad de ataque de Pyongyang. Por ese motivo, militares estadounidenses realizaron ensayos de planes de evacuación en Corea del Sur.
El entrenamiento también fue realizado por los familiares de los soldados, que desde hace un tiempo viven en el país asiático.
El punto de encuentro fue en Yongsan, en la capital surcoreana de Seúl. Allí se planteó un escenario de emergencia en caso de que Corea del Norte lanzara un ataque nuclear.
"Con toda la retórica que sale de Corea del Norte, por supuesto que tenemos que prepararnos para el peor de los casos", manifestó Justin Sturn, planificador de evacuaciones, consigna Daily Mail.
El procedimiento que llevaron a cabo los militares y sus familiares fue el siguiente: registrarse en la base militar y luego recibir instrucciones sobre cómo instalar un dispositivo protector contra los efectos de los ataques biológicos durante un máximo de 12 horas.
Los voluntarios luego fueron transportados en autobús a Pyeongtaek, una hora al sur, donde los esperaban dos helicópteros Chinook para llevarlos a la ciudad de Daegu, donde pasaron la noche en cuarteles.
Por la mañana fueron en autobús a Gimhae, donde abordaron un avión militar de Estados Unidos a Okinawa, en Japón.
Si la emergencia hubiese sido real, los soldados y sus familiares hubiesen sido enviados directamente a Estados Unidos. Pero después del ensayo regresaron a Corea del Sur.
El coronel William Bell, 524º oficial de Operaciones del Batallón de Inteligencia Militar S3, explicó la importancia de que el ensayo también fuesen realizado por civiles, además de los uniformados.
"La intención es asegurarse de que no sólo el personal militar sino también los evacuados no combatientes entiendan los procedimientos para la evacuación, a fin de que el proceso sea lo más fluido y rápido posible", indicó.
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