La reina Isabel II de Inglaterra no asistió este domingo a la misa de Año Nuevo porque sigue convaleciente de un "fuerte resfriado", que ya le obligó a perderse la ceremonia de Navidad, anunció el palacio de Buckingham.
"La reina todavía no se siente preparada para ir a la iglesia porque continúa recuperándose de un fuerte resfriado", agregó el palacio en un comunicado.
La soberana, de 90 años, ya renunció a asistir a la misa del día de Navidad por el mismo motivo. Permaneció en su residencia de Sandringham, en el este de Inglaterra, donde la familia real celebra tradicionalmente las fiestas navideñas.
Pese al resfriado, Isabel II sigue tratando los asuntos corrientes, precisó a la AFP una fuente cercana al palacio real.
Su esposo, el príncipe Felipe, de 95 años, que también estuvo resfriado recientemente, sí que asistió a la misa, junto a dos de sus hijos, el príncipe Eduardo y la princesa Ana.
La pareja soberana ya se había visto obligada a retrasar un día su viaje a Sandringham el pasado 21 de diciembre.
Isabel II cumple cada año con cientos de compromisos y no suele cancelar desplazamientos por motivos de salud.
Sin embargo, el palacio anunció recientemente que la monarca abandonará a partir de este año algunas de estas obligaciones al ceder el patronato de 25 organizaciones y asociaciones benéficas (de un total de 600) a otros miembros de la familia real.
Isabel II atendió 393 compromisos oficiales en 2014 y 341 en 2015, según la prensa británica.