La madre tomó su teléfono y empezó a filmar. Su hijo, Mason Burr, de 11 años, le entregaba a su padre el regalo de Navidad para el que había ahorrado todo el año, usando incluso todo lo que le habían dado a él para su cumpleaños.
Era una caja grande, cubierta por un envoltorio de papel. Al romperlo, vio que había dibujos de cacerolas, lo que le llamó un poco la atención. Sin embargo, era sólo un engaño. Adentro había otra caja más pequeña, también envuelta.
Mike tuvo que abrir otras dos cajas que su hijo utilizó ingeniosamente para generar suspenso. Sólo entonces descubrió qué le había comprado Mason. Era una PS4, su consola de videojuegos favorita.
"Me hiciste llorar", le dijo Mike, visiblemente conmovido por el obsequio. Luego se dieron un fuerte abrazo.
El video se viralizó en las redes después de Navidad. Muchos comentaristas elogiaban a Mason y expresaban su emoción por la escena. Otros, en cambio, vieron otra intención en el presente del niño. "Es un genio, le dio al padre un regalo que los dos pueden usar", escribió uno de los escépticos.
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