En el medio de las habituales tensiones entre judíos y musulmanes en Medio Oriente, el monarca de Bahrein tuvo un gesto inédito al convocar a una ceremonia de encendido de la primera vela de Janucá -la fiesta judía de las luces- en su palacio. En la noche del último sábado, el rey Hamad bin Isa Al Khalifa bailó danzas jasídicas junto con religiosos y otros representantes de la comunidad judía local, y el video se volvió rápidamente viral.
Bahrein, un pequeño estado insular del Golfo Pérsico con una población de 1,4 millón de habitantes, es el único estado árabe del golfo que ostenta una sinagoga para la pequeña comunidad judía, de un centenar de miembros. Otra rareza del reino es que tuvo entre 2008 y 2010 una embajadora en los Estados Unidos, mujer y judía.
El rey de Bahrein ha dicho que "el llamado a la guerra contra el terrorismo debe ser encabezado por los líderes de todas las religiones. Aquí, en Bahrein, los miembros de todas las religiones viven sin miedo".
Pero la postura ecuménica y la viralización del video en el que judíos y musulmanes comparten el festejo generó la reacción del grupo terrorista Hamas, que calificó como "asombroso y deplorable" que Bahrein haya sido el anfitrión de una "delegación sionista, racista y extremista judía y haya bailado con ella, en un espectáculo desgraciado y humillante".
El comunicado emitido por el grupo proiraní llama a Bahrein a "detener totalmente cualquier forma de normalización de la relación con el enemigo sionista".
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