Alepo no tiene paz. Este domingo, la evacuación de civiles que se llevaba a cabo en los barrios rebeldes del este de la ciudad debió ser suspendida luego de ataques contra convoyes humanitarios.
Rami Abderrahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, informó a la agencia EFE que la medida se tomó luego de la quema de autobuses que iban a retirar civiles de dos localidades chiitas.
El director de la ONG añadió que el régimen sirio de Bashar Al Assad e Irán exige garantías para la seguridad en la evacuación de las localidades de Fua y Kefraya, de mayoría chiita, como condición para retomar la operación de salida de Alepo.
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Las evacuaciones fueron suspendidas hasta nueva orden, según explicó Abderrahman.
Asimismo, señaló a la agencia AFP que el incidente no tendría impacto en la reanudación de la misma.
El domingo, una veintena de autobuses que debían entrar en Fua y Kafraya, situadas en la península de Idlib (noroeste), controlada por los rebeldes, fueron atacados e incendiados por hombres armados. El conductor de uno de los buses murió en el ataque, según el OSDH.
De acuerdo a registros de la ONU, en Alepo quedan aún unos 40.000 civiles, y entre 1.500 y 5.000 combatientes y sus familias.
Con información de EFE y AFP