Una de las colinas más famosas de Inglaterra se convirtió en el campo de batalla entre varios vecinos y una mujer que plantó una hilera de árboles con el presunto objetivo de bloquearles la vista, como venganza por un permiso de construcción denegado.
Tanto Val Horton como Bettey Kelley eligieron vivir en cabañas sobre Solisbury Hill, ubicada en Bathampton, condado de Somerset, por la hermosa vista que durante décadas disfrutaron.
Pero lentamente y en el transcurso de 15 años fueron perdiendo ese placer por el crecimiento desbocado de los cipreses de Leyland que plantó Valerie Vivian en 2001.
Horton y Kelley aseguran, según el tabloide Daily Mirror, que la razón de este cambio es una muy fría venganza o quizás un intento de chantaje por parte de Vivian, a quien le fue rechazado seis veces el permiso para dividir su terreno y construir cuatro casas.
En gran medida fue la presión de los vecinos de la zona en el ayuntamiento la que logró esos repetidos rechazos, por lo que Vivian parece haberse decidido por el camino alternativo de arruinales la vista hasta que le permitan construir.
"Era absolutamente hermoso, pero la vista de Solsbury hill ha desaparecido completamente", dijo Kelley al Daily Mirror. "Solíamos poder verlo y fue la única razón por la que mi esposo y yo compramos esta cabaña", agregó la viuda de 89 años.
Para Horton, quien vive en el condado desde 1971, la situación "es horrible, cuando no había coníferas era fantástico, quiero volver a como era antes".
Pero hay poco que los vecinos puedan hacer salvo modificar las regulaciones, ya que la ley sólo limita el crecimiento de los árboles en el caso de que bloqueen la luz o el acceso a las viviendas, algo que los cipreses de Vivian no hacen.
Por esa razón el conflicto por la colina inmortalizada en 1977 en la canción de Peter Gabriel del mismo nombre continúa en los tribunales.
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