Lamiya Aji Bashar, de 18 años, y Nadia Murad, de 23, vivieron un verdadero calvario durante los meses que permanecieron capturadas por los terroristas del Estado Islámico. Las jóvenes yazidíes fueron utilizadas por los yihadistas como esclavas sexuales.
A pesar del horror vivido, Lamiya y Nadia aseguraron que seguirán siendo una voz "para aquellos que sufren un destino similar". Esas declaraciones tuvieron lugar luego de recibir el Premio Sajarov por los derechos humanos, consigna Daily Mail.
La joven de 18 años señaló que el galardón es por cada "mujer y niña que ha sido esclavizada sexualmente por ISIS".
Las mujeres yazidíes fueron capturadas cuando la zona iraquí de Sinjar cayó en manos del grupo terrorista en agosto de 2014.
Durante su alocución, reclamaron a los funcionarios de la Unión Europea "hacer más" para proteger a su pueblo, una minoría de 500.000 personas que viven principalmente en el norte de Irak.
Nadia escapó después de tres meses de ser secuestrada, mientras que Lamiya trató de huir hasta cuatro veces antes de finalmente lograr escaparse en marzo pasado.
El año pasado, Nadie reconoció ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que las mujeres y los niños yazidíes "se negocian como botín de guerra".
En su crudo relato, contó que fue golpeada y abusada sexualmente en "incontables" ocasiones por los yihadistas. "La violación la utilizan para destruir a las mujeres y niñas, y para garantizarse que éstas nunca puedan llevar una vida normal de nuevo".
"Querían tomar nuestro honor, pero perdieron su honor", señaló Nadia, luego de recibir el Premio Sajarov.
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