Rex W. Tillerson, máximo directivo de la petrolera ExxonMobil, la más importante de Estados Unidos y con sus raíces en la Standar Oil Company de Rockefeller, acaba de ser elegido para el cargo de secretario de Estado, según confirmó este sábado la cadena NBC.
Tillerson, que se reunió con Trump dos veces en una semana, ha sido "fuertemente recomendado" por líderes empresariales para el cargo de jefe de la diplomacia, asegura el periódico The New York Times. Sin embargo, aún resta la nominación formal y la confirmación en el cargo.
De acuerdo con la revista Forbes, Tillerson podría potencialmente ofrecer al Departamento de Estado una comprensión sin precedentes del papel vital que desempeña el petróleo en el poder económico ruso y chino y, por tanto, en la escena internacional.
"También es alguien que entendería el negocio que impulsa a las economías de las potencias de Medio Oriente, como Irán y Arabia Saudita, y que financia a grupos como el Estado Islámico", describe la revista económica.
La relación con Vladimir Putin
Tillerson ha sido conocido por su habilidad para alcanzar complejos acuerdos internacionales. También tiene vínculos profundos con Rusia: como ejecutivo de Exxon, gestionó los lazos entre la compañía y el Kremlin y en 2011 logró un acuerdo que le permitió a la compañía acceder a los recursos petroleros del Ártico ruso. Según el Wall Street Journal, el presidente ruso Vladimir Putin valoró dicho acuerdo en unos 500 mil millones de dólares.
En 2012, el Kremlin le entregó a Tillerson la condecoración de la Orden de Amistad de Rusia.
Sin embargo, ese acuerdo fue bloqueado por las posteriores sanciones estadounidenses contra Rusia -sanciones que Tillerson criticó agudamente por no considerar el "amplio daño colateral" que causaron-.
La posible designación del empresario fue leída por algunos observadores como parte de la estrategia de Trump para acercar a Rusia y los Estados Unidos. Sin embargo, un grupo importante de republicanos ya ha advertido sobre los peligros de estrechar demasiado ese vínculo entre ambos países, advirtiendo que Moscú está intentado expandir su influencia contra de los intereses de EEUU en países como Ucrania y Siria.
Tillerson se unió a Exxon como ingeniero en 1975, y desde entonces trabajó para dirigir al gigante petrolero. Si finalmente es nominado, sus extensas posesiones en una compañía con importantes activos internacionales, así como sus lazos personales con Vladimir Putin, podrían complicar su confirmación como Secretario de Estado.