El dictador sirio Bashar al Assad afirmó que una victoria en Alepo constituiría un "gran paso" hacia el fin de la guerra en Siria, después de que sus tropas conquistaran el Casco Viejo y la mayoría de los barrios rebeldes de la segunda ciudad del país, y negó cualquier posibilidad de otorgar una nueva tregua en el conflicto interno.
Asediados y acorralados en los últimos sectores controlados por ellos en la parte este de Alepo, los rebeldes sirios solicitaron este miércoles un alto el fuego inmediato de cinco días y la evacuación de civiles. Sin embargo, el mandatario descartó una nueva tregua en esta localidad, porque, a su juicio, beneficiaría a los "terroristas", ya que les daría un respiro y les permitiría reagruparse, según declaraciones publicadas este jueves por el diario estatal Al Watan.
Tras retomar los barrios del casco antiguo de la ciudad, el ejército, apoyado en tierra por combatientes iraníes y del grupo terrorista Hezbollah, sigue avanzando, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Por su parte, seis países occidentales, incluyendo los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, también solicitaron una tregua ante la "catástrofe humanitaria" de la parte oriental de Alepo.
El proyecto de alto el fuego fue tratado por la noche del miércoles, y la mañana del jueves en Hamburgo por los jefes de la diplomacia estadounidense y rusa, John Kerry y Serguei Lavrov, cuyo país apoya militarmente al régimen sirio, aunque no se produjeron avances reales.
"No hubo progresos ni conclusiones en Alepo" entre Lavrov y Kerry, informó un responsable estadounidense antes de que el secretario de Estado norteamericano abandonara Hamburgo, donde están reunidos los 57 miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
En tanto, Al Assad también indicó que una victoria en Alepo tendrá una importancia especial porque "el proyecto turco" está basado en esta ciudad.
"Turquía ha puesto todo su peso, así como (su presidente, Recep Tayyip Erdogan) ha apostado todo al tema de Alepo, un fracaso en la batalla de Alepo significa que se dará la vuelta a la guerra", dijo. En ese sentido, el mandatario no descartó una posible confrontación militar con Turquía si continúa su intervención en el territorio sirio, y dirigió duras palabras a su presidente.
Respecto a los lazos con Rusia, Al Assad destacó que Moscú no ha pedido nada a cambio de su respaldo militar, pero adelantó que cuando comience la etapa de la reconstrucción, "en cuanto haya seguridad", serán "los estados amigos los primeros socios en este ámbito a través de sus compañías y préstamos".
(Con información de AFP y EFE)
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