Un tribunal penal de Riad sentenció este martes a pena de muerte a 15 personas acusadas de pertenecer a una célula de espionaje de Irán, en un caso en el que trascendieron pocos detalles.
El tribunal también condenó a entre 6 meses y 25 años de cárcel a otros 17 acusados, según el periódico Al Riad en su sitio web oficial. Teherán no respondió de inmediato a los veredictos. Muchos de los sentenciados son ex empleados de los ministerios saudíes de Defensa e Interior, dijeron medios locales. Entre los procesados, que podrán apelar su sentencia, figuran 30 de nacionalidad saudí, un iraní y un afgano.
La Justicia saudita los encontró culpables de crear una célula de espionaje con el respaldo de miembros de la inteligencia iraní y de proporcionar informaciones militares "extremadamente secretas" que podrían afectar a la seguridad nacional del Reino. Algunos de los involucrados también fueron acusados de reunirse con el líder supremo de Irán, el ayatollah Alí Khamenei.
Según Al Riad, la sesión se llevó a cabo en presencia de familiares de los acusados y de representantes de organizaciones de defensa de los derechos humanos.
El proceso contra los miembros de la célula de espionaje comenzó el pasado febrero, después de que hubieran sido detenidos por las fuerzas de seguridad en varias operaciones lanzadas simultáneamente en las regiones de La Meca, Medina, Riad y Al Sharkiya, durante los meses de marzo y mayo de 2013.
Asimismo, estaban imputados por revelar información confidencial sobre cuestiones de Defensa y visitar otros países, entre ellos, el Líbano, para coordinarse y comunicarse con los servicios de inteligencia de Irán.
Los cargos incluyen el apoyo a protestas en la región de mayoría chiita de Qatif, en Provincia Oriental, reclutar a otros agentes para espionaje, enviar informes encriptados a la inteligencia iraní por correo electrónico y cometer alta traición contra el rey.
Entre los detenidos en 2013 había un profesor universitario, un pediatra, un banquero y dos clérigos.
A su vez, Amnistía Internacional denunció que los acusados fueron interrogados varias veces sin un abogado presente y obligados a firmar confesiones. "Sentenciar a 15 personas luego de un juicio que fue una farsa es una cachetada en la cara de la Justicia", exclamó Samah Hadid, funcionario de la ONG.
Arabia Saudita e Irán, sunitas y chiitas, están sumidas en una profunda crisis política que se agravó el pasado 3 de enero, cuando el Gobierno saudita decidió romper relaciones diplomáticas con el país persa, tras el asalto un día antes contra la embajada saudita en Teherán y su consulado de la ciudad iraní de Mashhad, una medida que imitaron otros países árabes.
La tensión se ha mantenido alta durante todo el año entre Irán, la principal potencia chiita, y el reino de Arabia Saudita, gobernada por saudíes. El vocero del Ministerio iraní de Exteriores dijo el lunes que Teherán y Riad pueden y deben cooperar para resolver las crisis regionales.
(Con información de EFE, Reuters y AP)
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