El ex embajador británico Peter Jenkins, especialista en temas de economía global y seguridad, consideró que los vínculos entre Estados Unidos y la OTAN mantendrán su fortaleza durante la presidencia de Donald Trump, quien podría conseguir una mayor contribución por parte de los países miembros de la alianza, como prometió en su campaña.
"No creo que se enfríen las relaciones entre Estados Unidos y la OTAN. Las relaciones son fuertes y sólidas como para que los estados acepten una presión de Washington para lograr para una mayor colaboración", explicó Jenkins, quien formó parte durante 33 años del cuerpo diplomático del Reino Unido.
Durante la campaña, el republicano criticó con dureza a la organización de la Alianza Atlántica, cuyo funcionamiento está financiado en un 70 por ciento por fondos estadounidenses. Por ello, prometió exigir una distribución más equitativa entre los 28 miembros, de los cuales 22 pertenecen a la Unión Europea.
Según argumentó Jenkins a Infobae, Estados Unidos no tiene demasiada ventaja para negociar con fuerza. "Si amenazan con retirarse si los europeos no colaboran, no será tomado en serio. La relación es fundamentalmente buena. Si un amigo no está satisfecho y pide más contribución, debería generar una respuesta positiva", graficó.
Así, se mostró optimista en la resolución de la situación, que ha despertado la inquietud de funcionarios del bloque de seguridad. "No creo que sea tan complejo. Creo que Trump conseguirá algo. Tal vez no demasiado, pero lo suficiente para celebrar que actuó sobre las promesas de campaña y no retrocedió", consideró.
Sobre las tendencias nacionalistas que surgen en el Viejo Continente, Jenkins resaltó que dichos movimientos tienden a oponerse a la integración europea, "pero no a las alianzas militares diseñadas para proteger a Europa", por lo que no cree que sea un inconveniente al negociar un eventual nuevo presupuesto.
El ex embajador británico para el Organismo Internacional de Energía Atómica también opinó sobre el futuro del acuerdo nuclear de Irán, firmado el año pasado entre la nación persa y seis potencias mundiales, y al que Trump consideró como "uno de los acuerdos peores negociados de la historia" y también prometió desmantelarlo.
El diplomático ve probable que el pacto sobreviva, pero afirmó estar "muy preocupado" por la mayoría republicana en ambas cámaras del Congreso. "Barack Obama podía vetar la legislación que amenazaba el acuerdo. El presidente Trump no parece dispuesto a hacerlo", aventuró.
Sin embargo, expresó que el acuerdo podría mantenerse vigente aún sin el apoyo de Washington. "Podemos imaginar un futuro en el que Estados Unidos efectivamente se retira del acuerdo, porque Europa seguirá apoyando lo firmado. Rusia y China, también. Y el propio Irán tiene suficiente sentido para notar que sus intereses están atados a que el acuerdo se mantenga. Necesitan el respeto de la comunidad internacional, más de lo que la gente cree", apuntó.