Las autoridades turcas despidieron a más de 10.000 funcionarios, según recogen dos decretos, que anuncian además el cierre de unos 15 medios de comunicación, de los que casi todos informan desde el área kurda del sureste, informó este domingo el diario Hürriyet.
Los decretos, emitidos el sábado por la noche mientras el país celebraba el 93º aniversario de la República, expulsan de sus cargos a 10.159 empleados públicos por "ser miembros de organizaciones terroristas o grupos que actúan contra la seguridad nacional, o por mantener vínculos o lazos con ellos".
La medida amplía el alcance de varias oleadas de purgas, destinadas a "limpiar" el funcionariado de simpatizantes del predicador exiliado Fethullah Gülen, al que Ankara acusa de haber instigado el fallido golpe de Estado militar del 15 de julio pasado.
El texto actual señala también en varios apartados vínculos con la "Organización terrorista Fethullah Gülen (FETÖ)" como motivo de la expulsión, sin dar más detalles.
La lista abarca a 2.774 funcionarios del Ministerio de Salud, 2.534 del de Justicia, 2.219 del de Educación, 1.267 empleados de universidades, 249 del Diyanet, equivalente a un Ministerio de Religión, 183 del Tribunal Supremo, 32 del Parlamento y 101 militares, entre otros.
Hasta el mes pasado, unos 60.000 funcionarios habían sido expulsados de la carrera por supuestos vínculos gülenistas, y casi 100.000 habían sido apartados del cargo mientras están siendo investigados.
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En una reacción al cierre de los medios de comunicación prokurdos anunciada por decreto, el jefe de filas del Partido Democrático de los Pueblos (HDP, prokurdo), Selahatin Demirtas, declaró que "pronto, todas las cadenas de televisión retransmitirán en directo cada vez que Erdogan tosa".
Ankara quiere que Estados Unidos detenga y extradite a Gulen para que pueda ser juzgado en Turquía por el cargo de planear el intento de derrocar al Gobierno. Gulen, que ha vivido en un exilio autoimpuesto en Pensilvania desde 1999, niega cualquier participación.
(Con información de Efe)