Mosul: los yihadistas de ISIS se afeitan la barba para no ser reconocidos por las tropas iraquíes

En el décimo día de la ofensiva militar, los combatientes del grupo terrorista intentan pasar desapercibidos por miedo a los francotiradores. La batalla final por la ciudad aún no ha comenzado

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Los combatientes de ISIS buscan
Los combatientes de ISIS buscan pasar desapercibidos entre la población de Mosul (AFP)

Ante el avance de las fuerzas iraquíes y kurdas, los combatientes del Estado Islámico (ISIS, en inglés) en Mosul comenzaron a modificar su aspecto, afeitándose la barba y cambiando de vestimenta, en un intento por pasar desapercibidos en la ciudad, según múltiples testimonios.

Los países occidentales implicados en la ofensiva contra los yihadistas están satisfechos ante sus prometedores inicios y ya debaten cómo lanzar la reconquista de Raqqa, el último bastión de ISIS en Siria.

"Vi a miembros de Daesh (acrónimo de ISIS en árabe) y su aspecto cambió totalmente", dijo un habitante de Mosul a la AFP.

“Vi a miembros de Daesh y su aspecto cambió totalmente”

"Se cortaron la barba y cambiaron de ropa" para confundirse entre la población, agregó el testigo que se presentó como Abu Saif, un ex empresario, al cumplirse el décimo día de la ofensiva de Mosul.

Algunos habitantes ya comenzaron a
Algunos habitantes ya comenzaron a abandonar la ciudad (Reuters)

Este miércoles las tropas de élite iraquíes se encontraban a cinco kilómetros de los barrios del este de Mosul, la segunda ciudad de Irak, con 1,5 millones de habitantes.

En los otros frentes, las tropas se encuentran más alejadas, particularmente en el sur.

Unas 10.000 personas han huido de la zona desde el inicio de la ofensiva, según datos de Naciones Unidas. Tan solo este miércoles huyeron unos 3.300 civiles, según un ministro iraquí.

Para Abu Saif, los yihadistas cambian de aspecto "porque tienen miedo de los francotiradores" o "porque se preparan a abandonar la ciudad".

Otro habitante constató por su parte que ya no se ve en los hoteles de Mosul a los comerciantes sirios que hacían múltiples negocios en la ciudad con la anuencia de ISIS.

Muchos yihadistas abandonaron el este de Mosul para replegarse en la orilla occidental del Tigris, el río que atraviesa la ciudad, donde el Estado Islámico tiene sus bastiones, indicaron residentes y responsables estadounidenses.

Las tropas iraquíes y kurdas
Las tropas iraquíes y kurdas siguen avanzando con destino a Mosul (AFP)

Los habitantes de Mosul tienen un acceso estrictamente limitado a la televisión y a internet, pero escuchan claramente el ruido de los combates en los frentes norte y este de la ciudad.

Desequilibrio entre las fuerzas

Además cuentan que los aviones de la coalición internacional liderada por Estados Unidos vuelan a menor altitud que en los días anteriores.

La ofensiva se desarrolla "de acuerdo a lo planificado", afirmó en la víspera el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, anfitrión de una reunión de ministros de Defensa de 13 países de la coalición.

"Daesh no cayó, pero Daesh vacila", declaró Le Drian, que anunció la prolongación hasta "mediados de diciembre" de la misión del portaaviones nuclear Charles de Gaulle, de donde despegan los aviones franceses que bombardean las posiciones de ISIS.

A pesar del desequilibrio de fuerzas en el campo de batalla –hay entre 3.000 y 5.000 combatientes del Estado Islámico atrincherados en Mosul, diez veces menos que las tropas movilizadas por el Gobierno y sus aliados–, el avance iraquí se hace en forma prudente y lenta debido a las tácticas de guerrilla de Daesh y el espíritu suicida de sus hombres.

Desde hace una semana, ISIS utiliza "una cantidad extraordinaria" de armas de tiro indirectas (morteros, cohetes, etc.) y de coches bomba, explicó en la víspera el general Stephen Townsend, máximo jerarca militar de la coalición.

Los kamikazes han afinado la técnica de los atentados. Esconden los coches bomba detrás de muros o en el interior de viviendas a la espera de las tropas para sorprenderlas en el último momento, explicó el general estadounidense.

Como lo temían las organizaciones humanitarias, a medida que los combates se acercan de Mosul también aumenta el número de civiles desplazados.

Combates en la ciudad de
Combates en la ciudad de Qayyarah, a 60 kilómetros de Mosul  (AFP)

El martes se acogieron más de 3.300 desplazados, la cifra más alta desde el inicio de la ofensiva el 17 de octubre pasado, indicaron las autoridades.

La ONU cree que cerca de un millón de personas podrían ser desplazadas por los combates. Aunque desde el inicio de la ofensiva terrestre se registraron 8.940 desplazados, según estadísticas del organismo.

"Todavía tenemos pocos refugiados debido a que la batalla de Mosul no comenzó aún. Pero prevemos una afluencia enorme y la ayuda de la comunidad internacional no está a la altura de las promesas. Si nada cambia, vamos hacia una catástrofe", dijo esta semana un oficial superior del Ejército iraquí.

En cuanto a Siria, "esperamos una operación similar en las próximas semanas rumbo a Raqqa", explicó el ministro de Defensa británico, Michael Fallon, poco antes de una reunión de la OTAN en Bruselas.

En un campamento cerca de Khazir, el número de desplazados recientes es mayor de lo acostumbrado.

"Estamos mejor aquí. Éramos bombardeados desde todos los lados, por aviones y tanques", dijo un hombre que huyó del pueblo de Bazwaya y dijo llamarse Abu Ahmad.

Las familias llegaron a un campamento donde se ven centenares de tiendas de campaña azules y blancas cubiertas por el polvo que trae el viento, mientras los trabajadores humanitarios les distribuyen colchones, almohadas, comida y agua embotellada.

Las organizaciones humanitarias temen que el campamento sea desbordado cuando pueda salir el millón de personas que por ahora están atrapadas en Mosul.

(Sarah Benhaida y W.G. Dunlop desde Bagdad para AFP)

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