Los bombardeos del régimen sirio y de su aliado ruso contra los sectores controlados por los rebeldes en Alepo "podrían constituir crímenes de guerra", advirtieron este lunes los cancilleres europeos en Luxemburgo.
"El ataque deliberado de hospitales, personal médico, escuelas e infraestructuras esenciales, así como el uso de barriles de explosivos, bombas de racimo y armas químicas, constituye una catastrófica escalada del conflicto (…) y podrían considerarse crímenes de guerra", destacaron en un comunicado.
Los ministros también afirmaron que "desde el comienzo de la ofensiva del régimen y sus aliados, entre los que se destaca Rusia, la intensidad y la escala de los bombardeos aéreos en el este de Alepo son claramente desproporcionadas", y condenaron los recientes ataques.
Las autoridades europeas indicaron que buscarían extender las sanciones contra el dictador sirio Bashar al Assad, pero indicaron que ningún país miembro ha propuesto sanciones contra Moscú.
La referencia a crímenes de guerra es significativa, ya que, en caso de presión, el asunto podría ser llevado a la Corte Penal Internacional de la Haya. En ese sentido, el comunicado del bloque regional afirmó que tiene "la convicción de que la situación en Siria debe ser referida" a dicha corte.
Además, los cancilleres solicitaron con urgencia un inmediato cese al fuego en la ciudad, controlada parcialmente por opositores al régimen de Al Assad, ya que consideran que "no puede haber una solución militar al conflicto".
Este lunes, los ejércitos ruso y sirio anunciaron que suspenderán sus bombardeos en Alepo durante ocho horas el jueves, en el marco de una "pausa humanitaria". El general Serguei Rudskoi, del estado mayor de Rusia, precisó: "Las fuerzas rusas y sirias suspenderán durante ese período sus bombardeos y cualquier otro disparo", precisó.
Sin embargo, la ONU consideró que el lapso propuesto es insuficiente. "Saludamos cualquier pausa en los combates, pero se necesita una pausa más prolongada para poder ingresar la ayuda", afirmó un vocero del organismo.
La guerra de Siria ha dejado 300.000 muertos desde que comenzó en marzo de 2011 tras la sangrienta represión de las manifestaciones prodemocracia llevada a cabo por el régimen.
En septiembre, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos reportó que más de 9.300 personas, entre ellas, 3.800 civiles, habían muerto en los ataques rusos en Siria a partir del inicio de la intervención militar rusa.
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Con información de AFP.