La batalla para arrebatar la ciudad iraquí de Mosul a los yihadistas del Estado Islámico podría desencadenar una crisis humanitaria sin precedentes capaz de poner en las carreteras a centenares de miles de civiles con el invierno en ciernes, según las Naciones Unidas.
El vicesecretario general para asuntos humanitarios y coordinador de las ayudas urgentes de la ONU, Stephen O'Brien, dijo que estaba "extremadamente preocupado por la seguridad de 1,5 millones de personas que viven en Mosul y que podrían verse afectadas por las operaciones militares".
El primer ministro Haider al Abadi anunció el lanzamiento de las operaciones para reconquistar la segunda ciudad del país, tomada en 2014 por el grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) y principal bastión de la organización yihadista, que no cesa de perder territorio.
"Hacemos todo lo posible para que se tomen todas las medidas en caso de que se produzca el peor escenario humanitario. Pero tememos que aún quede mucho por hacer", admite Lise Grande, coordinadora humanitaria de la ONU para Irak.
"En el peor de los casos, nos encaminamos literalmente hacia la mayor operación humanitaria de 2016", y según la ONU un millón de personas podrían ser desplazadas en cuestión de semanas.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) espera poder disponer de once campos de aquí a fin de año con una capacidad de 120.000 personas. Las autoridades iraquíes esperan poder acoger 150.000 en otros campos.
Pero algunos estarán situados en zonas controladas actualmente por Estado Islámico, y eso significa que se deberán ir construyendo durante la operación.
Es probable los civiles que huyan de Mosul no puedan llevarse gran cosa y será necesario darles productos de primera necesidad, agua, alimentos, ropa. "Muchos de ellos deberían abandonar Mosul llevándose sólo algo de ropa a la espalda", advierte Becky Bakr Abdulla, del Consejo Noruego para los Refugiados.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) anunció que iba a construir "emplazamientos de emergencia" que facilitarán abrigo y servicios básicos a 200.000 personas, aunque precisó que necesitaba más fondos.
Además, estos desplazamientos masivos de población podrían verses agravados por la llegada del invierno y exponer a los civiles sin techo a las noches glaciales del desierto.
"Si Daesh (acrónimo árabe de ISIS) rodea con bombas los barrios civiles, si colocan francotiradores en puntos estratégicos, los habitantes podrían convertirse en escudos humanos", advierte Grande.
De las tres grandes ciudades iraquíes arrebatadas a ISIS, sólo Faluya tenía una población comparable a la de Mosul. La operación militar provocó un éxodo masivo de su población, decenas de miles de civiles se encontraron desplazados o amontonados en campos sobrepoblados.
El destino podría ser más clemente con los habitantes que huyan de Mosul. "Con un poco de suerte, las organizaciones humanitarias estarán en condiciones de prestarles la ayuda necesaria para que no pasen de un infierno a otro", espera Abdulla.
Con información de AFP.
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