Rebeldes sirios apoyados por Turquía tomaron el domingo el control de Dabiq, una localidad cercana a la frontera turca hasta ahora en manos del grupo Estado Islámico (EI), informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"Los rebeldes tomaron Dabiq después de que se retiraran de la localidad los yihadistas del Estado Islámico", dijo el OSDH, que dispone de una amplia red de fuentes sobre el terreno en Siria.
La ciudad es un símbolo religioso de los radicales y era uno de sus feudos en la provincia de Alepo.
"La batalla comenzó sobre las 10.30, hora local (07.30 GMT), y hemos liberado ya las poblaciones de Al Geilaniya y Al Gaitun, al sureste de Dabiq, así como las Granjas Kuwaitíes y Arshaf, al sur", había dicho a Efe por teléfono el comandante de la brigada Sultán Murad, el coronel Ahmad Ozman.
Dicha facción rebelde, perteneciente al opositor Ejército Libre Sirio (ELS), es uno de los grupos armados que participan en la operación "Escudo del Éufrates", iniciada el pasado 21 de agosto en el norte de Alepo y en la que también toman parte tropas de Turquía.
LEA MÁS:
El comandante de la brigada Sultán Murad, que está integrada mayoritariamente por combatientes turcomanos, había anticipado que la lucha contra el EI por el dominio de Dabiq sería grande, porque esta urbe tiene un hondo significado religioso para los yihadistas.
“Ellos (los extremistas) creen que en Dabiq habrá una gran batalla épica entre los musulmanes y los apóstatas”, aclaró.
De hecho, Dabiq, conquistada por el EI en agosto de 2014, ha servido de escenario para algunos de sus vídeos e incluso da nombre a la revista mensual en inglés del grupo.
La organización terrorista cree en una profecía atribuida al profeta Mahoma según la cual la "gran batalla" entre los musulmanes y los "infieles" se desarrollará en Dabiq y el día del Juicio Final llegará con la victoria de los primeros.
Por este significado religioso, el Estado Islámico se preparaba para defender la ciudad, adonde en los últimos días ha enviado refuerzos.
Según Ozman, el EI ha enviado combatientes desde Al Raqa, su principal bastión en Siria, y desde otros lugares que controla en este país.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos reveló ayer que el Estado Islámico había enviado unos 1.200 milicianos de refuerzo a Dabiq en los últimos días.
Sin embargo, el comandante de Sultan Murad predijo que la batalla en esta ciudad se convertirá "en un cementerio" para los yihadistas.
Con este fin, agregó, los rebeldes sirios disponen de la ayuda de la aviación y la artillería turca, que desde el comienzo de la operación "Escudo del Éufrates", les ha respaldado.
El portavoz de la División Al Hamza, Mayed al Halabi, cuya facción también forma parte del ELS y participó en la operación, había adelantado a Efe por internet que los insurgentes contaban con cientos de hombres con todo tipo de equipamiento militar para ganar esta ofensiva.
Desde el comienzo de la ofensiva "Escudo del Éufrates", los avances de los rebeldes, apoyados por Turquía, han sido continuos.
El pasado 4 de septiembre, los yihadistas perdieron el control de las últimas poblaciones sirias que dominaba junto a la frontera con Turquía.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró el sábado que el ataque lanzado contra Dabiq liberará esa región para que los refugiados puedan regresar a sus hogares.
“Entramos en Yarábulus. Entramos en Al Rai ¿Hacia dónde avanzamos ahora? Hacia Dabiq. Y vamos a declarar como zona segura libre del terrorismo un área de cinco mil kilómetros cuadrados”, auguró Erdogan durante un discurso en la ciudad turca de Rize.
Según Ankara, el objetivo de esta ofensiva no es solo expulsar al Estado Islámico de la frontera turca, sino también frenar el avance de las milicias kurdas en Siria.
Con información de EFE
LEA MÁS: