Un gorila de 180 kilogramos de peso y dos metros de alto destruyó el jueves el recinto de vidrio en el que se encontraba en el zoológico de Londres y quedó libre durante 90 minutos antes de ser recapturado.
El animal de 18 años de edad llamado Kumbuka atacó violentamente el vidrio que lo separaba del público luego de que algunos visitantes lo incitaran del otro lado, según pudo reconstruir el Daily Mail.
Policías armados se presentaron en lugar y desesperadamente buscaron al peligroso gorila, que deambuló en libertad por una hora y media en el zoológico.
Por seguridad, los visitantes fueron llevados a la cafetería mientras se realizaba la búsqueda.
Finalmente Kumbuka fue hallado y sedado por veterinarios, por lo que pudo ser devuelto a su recinto sin heridas.
El episodio provocó alarmas por la seguridad, ya que se supo que el vidrio perimetral ya tenía daños antes de que fuera destruido por el gorila.
Chris Draper, director de la Asociación para el Bienestar y el Cuidado de los Animales en la Fundación Nacidos Libres, dijo que estaban aliviados por la resolución del incidente, pero que el hecho en sí era una muestra de "los riesgos asociados con mantener animales salvajes y peligrosos en cuativerio".
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