El rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej, falleció este miércoles a los 88 años en un hospital de Bangkok, donde se encontraba ingresado desde hace más de un año, informó la Casa Real en un comunicado. El trono será heredado por su único hijo, el príncipe Maha Vajiralongkorn, de 64 años.
Adulyadej era el decano de los monarcas en ejercicio en el mundo, con 70 años en el trono, y gozaba de un estado de semidiós, fruto de décadas de culto a su personalidad. En las redes sociales, muchos tailandeses habían reemplazado en los últimos días su foto de perfil por una imagen en amarillo y rosa en la que se leía "Larga vida al rey", ante los reportes de su deteriorada salud.
"El equipo de médicos hizo todo lo posible, pero su estado de salud se deterioró", indica el comunicado, que agrega que el soberano murió en paz. Tras el anuncio, el jefe de la junta militar decretó un año de duelo por la muerte del rey
Tanto en su juventud, como en su edad adulta, practicó la fotografía, la música, el baile, la pintura, el deporte y la literatura. Además, llegó a estrenar en 1950 una obra en Broadway, PeepShow, basada en sus composiciones de jazz, un género que le apasionaba.
Sin embargo, Bhumibol era conocido por nunca sonreír en público. Esa expresión fue objeto de numerosas interpretaciones, pero no tenía explicación oficial y sorprendía aún más en un reino como Tailandia, que es conocido popularmente y se promociona en los folletos turísticos como "el país de las mil sonrisas".
El estatuto casi divino del rey hace que la cuestión de su sucesión sea tabú en Tailandia, donde incluso la bolsa de valores local tuvo jornadas negativas ante versiones de su posible muerte. El monarca no tiene poderes políticos, pero está considerado como el único elemento de cohesión de una nación muy dividida.
El golpe de Estado del 22 de mayo de 2014, en nombre de la defensa de la monarquía, reforzó el culto a su personalidad, y sus retratos son omnipresentes en todo el país. En esta sociedad budista, el rey conservó su imagen tutelar y protectora de sus súbditos. La ley de lesa majestad castiga con entre 3 y 15 años de cárcel los insultos contra la familia real.
Pese a ello, la última década de su reinado estuvo marcada por una gran inestabilidad política, con dos bandos opuestos: las élites ultramonárquicas y los partidarios del ex primer ministro Thaksin Shinawatra.
Con información de EFE y AFP.