El Consejo Ejecutivo de la Unesco, compuesto por 58 países, adoptó este jueves una resolución en la que se niega todo vínculo entre el judaísmo y el Muro de los Lamentos, ubicado dentro del Monte del Templo de Jerusalén, limitándose a considerarlo un lugar de culto musulmán.
El texto, recibido con mucho desagrado por la delegación israelí en la organización, tuvo 6 votos en contra, 26 países se abstuvieron y dos estuvieron ausentes. Se aprobó por el respaldo de 24 países. En contra votaron Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Holanda, Lituania y Estonia, mientras que países europeos, como Francia o España, se abstuvieron.
La resolución había sido propuesta por Palestina, apoyada por Egipto, Argelia, Marruecos, el Líbano, Omán, Qatar y Sudán, y en la misma se incluye una enérgica condena a Israel por la gestión de lugares sagrados en Jerusalén.
El texto se refiere al Monte del Templo solamente como la mezquita de Al Aqsa, calificándolo de lugar único del islam.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu repudió la resolución. "Decir que Israel no tiene ningún vínculo con el Monte del Templo es como decir que China no está ligada a la Gran Muralla o que Egipto no tiene conexión con las Pirámides", expresó el premier, afirmando que "con esta decisión absurda la UNESCO ha perdido la poca legitimidad que aún le quedaba".
Netanyahu agregó que la UNESCO es ignorante con respecto a la Biblia, y acusó al organismo de haberse convertido en un "teatro del absurdo".
El plan sistemático impulsado por las naciones árabes, según indicaron a Infobae diversas fuentes que participaron en un debate de la Unesco sobre este asunto en abril pasado, tiende a erradicar "cualquier huella" de la presencia judía en Tierra Santa en los últimos tres mil años. "Quieren que se crea que los judíos llegaron a Tierra Santa en 1948", indicó uno de los técnicos que participó en la discusión.