Los papeles de Samsung perdieron el 8% al cierre del martes en la bolsa de Seúl, luego de la decisión del gigante surcoreano de pedir que se deje de vender el Galaxy Note 7 y a sus usuarios que lo apaguen, por riesgo de explosión.
La acción terminó el día valiendo 1,54 millones de wones (1.233 euros, 1.368 dólares). El anuncio de Samsung pone fin a un mes de debacle para el Galaxy Note 7, que fue lanzado precipitadamente en agosto para competir con su gran rival, Apple.
La crisis se convirtió en un desastre de imagen para una compañía que se presenta como un bastión de innovación y calidad, situación que empeoró cuando se supo que los teléfonos de reemplazo para los que habían sufrido desperfectos también se estaban incendiando.
"Si pasa una vez, es un error. Pero para Samsung lo mismo ocurrió dos veces con el mismo modelo, así que habrá una pérdida considerable de fe por parte de los consumidores", dijo Greg Roh, de HMC Investment Securities.
La debacle de Samsung también arrastró al índice de la bolsa surcoreana, el KOSPI, que cayó 1,2% en un contexto de suba en las bolsas del mundo por el aumento en el precio del barril de petróleo.
Con información de AFP.
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