El buque "Mirazh", de la flota rusa del mar Negro, zarpó del puerto de Sebastopol, en Crimea, equipado con misiles antibuque de medio alcance P-120 Malajit, para sumarse a la flotilla rusa del Mediterráneo que atacan a las fuerzas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).
Las dos corbetas anteriores, la "Serpujov" y la "Zelioni Dol", ya entraron en aguas del Mediterráneo tras salir del mar Negro, llevando a bordo otro tipo de armamento, los misiles de largo alcance Kalibr.
A mediados de agosto, esos dos buques de artillería ligera ya lanzaron desde el Mediterráneo Oriental varios misiles de crucero contra las posiciones del Frente al Nusra.
Recientemente, se sumó de manera permanente a la flota rusa en la zona, la nueva fragata "Almirante Grigórovich", también equipada con misiles Kalibr. Mientras, el único portaaviones ruso, el "Almirante Kuznetsov", el buque insignia de la Armada rusa, también partirá a mediados de octubre rumbo al Mediterráneo Oriental, área limítrofe con Turquía y Siria.
Moscú también desplegó una batería de misiles antiaéreos S-300 en Siria para defender su base naval en el puerto de Tartus (mar Mediterráneo), noticia que causó preocupación en Estados Unidos, ya que los yihadistas carecen de aviación.
Este sistema está destinado a garantizar la seguridad de la base naval de Tartus y de los buques emplazados en la zona costera", dijo Ígor Konashénkov, portavoz de Defensa.
EEUU acusó a Rusia y al régimen de Bashar Al Assad de bombardear indiscriminadamente la segunda ciudad siria, Alepo, y atacar objetivos civiles.
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, dijo que la campaña rusa en Siria permitió a Moscú probar en acción armamento de última generación de manera eficiente.
"Muchas unidades de armamento moderno de fabricación nacional han demostrado su fiabilidad y eficacia en condiciones desérticas", explicó Shoigu.
Así, la aviación estratégica rusa empleó por primera vez en combate los cohetes dirigidos de largo alcance aire-superficie X-101, con un recorrido de hasta 4.500 kilómetros.
Igualmente, barcos y submarinos rusos dispararon desde las aguas del Mediterráneo y del mar Caspio misiles de crucero Kalibr, que también se empleaban por vez primera en acción.
El ministro de Defensa ruso subrayó que la experiencia de las tropas de su país en Siria "debe ser aprovechada a la hora de desarrollar nuevos prototipos y usar el armamento existente".
La industria militar rusa, destacó, trabaja en "la creación de nuevos armamentos que serán incorporados en un futuro próximo" al arsenal de las Fuerzas Armadas de Rusia.
(Fuente: EFE)
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