Cerca del 92% de los habitantes del planeta viven en lugares donde los niveles de la calidad del aire no respetan los límites fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), estimó en un informe el organismo.
"Se precisa urgentemente la adopción rápida de medidas para hacer frente a la contaminación del aire", afirmó Maria Neira, directora del Departamento de Salud Pública de la OMS.
El informe se realizó en base a datos provenientes de más de 3.000 ubicaciones, tanto rurales como urbanas, y se concluyó que 9 de cada 10 personas viven en lugares donde se supera los niveles fijados por el organismo en relación a las partículas finas en suspensión, de menos de 2,5 micrómetros.
Estas partículas "incluyen contaminantes como el sulfato, los nitratos y el hollín, que penetran profundamente en los pulmones y en el sistema cardiovascular, lo que representa un riesgo grave para la salud humana", advirtió la OMS.
La OMS estimó que cada año unas 3 millones de muertes son atribuibles a la exposición a contaminantes en el aire. Según los datos de la organización en 2012, cerca de 6,5 millones de muertes en todo el mundo, equivalentes a 11,6% del total, estuvieron relacionadas a la contaminación del aire. El 90 por ciento de las muertes se producen en países de ingresos bajos y medios.
El organismo detectó que los niveles de contaminación son especialmente elevados en el Mediterráneo oriental, en el Sudeste Asiático y en el Pacífico Occidental.
En tanto, la OMS identifica como principales causantes de la mala calidad del aire a "los modos ineficientes de transporte, la quema de combustible en los hogares y la quema de desechos, las centrales eléctricas y las actividades industriales", aunque también cita como factores a fenómenos naturales, como las tormentas de arena.
"Existen soluciones, como un transporte sostenible en las ciudades, la gestión de los desechos sólidos y la utilización de cocinas y combustibles limpios en los hogares, así como las energías renovables y la reducción de las emisiones industriales", precisó.
Gracias a los nuevos datos existentes, los expertos esperan poder alentar a los Estados a realizar más esfuerzos para reducir la contaminación del aire, tanto exterior como interior, sobre todo después de que en septiembre de 2015 los líderes mundiales se fijaran como objetivo reducir las muertes ligadas a esta externalidad antes de 2030.
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