Dos enfermeros y dos conductores de ambulancia fallecieron por un bombardeo ocurrido el martes por la noche en el centro médico del pueblo de Khan Touman al sur de la provincia de Alepo. Otro enfermero se halla en estado crítico, según explicó la Unión de Organizaciones de Socorro y Cuidados Médicos (UOSSM), con sede en Francia, y que reúne a médicos de la diáspora siria que operan en zonas rebeldes.
"Debido a la intensidad de los ataques, las tres plantas (del edificio del centro médico) se desplomaron y quedaron completamente destruidas", indicó en un comunicado Ahmed Dbais, director de la UOSSM. El centro atiende de urgencia a unos 750 heridos al mes, según la ONG.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) dijo desconocer la nacionalidad de los aviones que perpetraron el bombardeo aunque el tipo de ataque es similar a los ejecutados por los aviones del Ejército sirio de Bashar Al Assad y de las fuerzas rusas que apoyan a ese régimen.
El balance podría aumentar debido a la presencia de víctimas bajo los escombros. El OSDH informó que el bombardeo mató además a "nueve miembros del Ejército de la Conquista", que trabajaban en el centro médico, ese grupo rebelde ese el Frente Fateh al Cham (ex brazo sirio de Al Qaeda) en conjunto con otros grupos islamistas.
El lunes, la ONU debió suspender sus operaciones en Siria tras el bombardeo sobre un convoy de ayuda humanitaria que dejó 20 muertos y decenas de heridos.
La Casa Blanca denominó de "enorme tragedia humanitaria" lo sucedido tras el bombardeo y oficiales del gobierno de Estados Unidos aseguraron al medio británico BBC que dos aviones de guerra rusos fueron los responsables de los ataques.
Rusia, por su parte, negó su participación en el bombardeo o la de aviones del régimen Al Assad y dijo que el incidente fue causado por fuego y no por ataques aéreos. "No hay cráteres y en el exterior los vehículos no muestran signos de una explosión por caída de bombas desde el aire" asegura un comunicado ruso del Ministerio de Defensa.
Tras una frágil tregua que duró una semana, la violencia se reanudó el martes en los frentes de la guerra de Siria, sobre todo en la provincia norteña de Alepo, con intensos bombardeos aéreos del régimen y de su aliado ruso contra los sectores controlados por los rebeldes.
Según la Organización Mundial de la Salud, Siria es el país más peligroso para el personal médico, con 135 ataques contra centros de este tipo en 2015.
Con información de AFP
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