El presidente francés, François Hollande, exigió este martes en Naciones Unidas acciones inmediatas para detener la guerra en Siria y urgió especialmente a los aliados del régimen de Damasco a comprometerse con la paz. "Basta quiere decir basta", afirmó.
El mandatario francés culpó al régimen sirio de haber hecho fracasar el último alto el fuego y defendió que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe asumir finalmente su responsabilidad y lograr la paz.
Según dijo, Francia tiene cuatro "exigencias": imponer el cese del fuego con base en las decisiones ya pactadas, asegurar la entrada de ayuda inmediata a Alepo y a otras ciudades, retomar las negociaciones políticas y sancionar el uso de armas químicas en el país.
"Quiero decir a quienes apoyan al régimen sirio –todos los conocemos, los rusos– que va en su interés acercarse a nuestras posturas", señaló en una conferencia de prensa al término de su intervención en la Asamblea General.
Según Hollande, a Moscú le conviene aceptar esa vía porque "respaldar hasta el final al régimen no va a llevar a la reconquista de Siria, sino a su partición, a su separación", y a la continuidad de los grupos terroristas.
En su discurso, minutos antes, había insistido en que si no se actúa, el "riesgo es el caos y la partición" de Siria y pidió que el Consejo de Seguridad se reúna cuanto antes para actuar de una vez por todas.
"Si tomamos ahora estas decisiones, si actuamos, habrá una solución para Siria", dijo.
El jefe del Elíseo recordó que, entre otras cosas, acabar con la guerra siria permitirá una acción efectiva contra el terrorismo, un fenómeno que amenaza a todos los países, según subrayó. "Ningún mar, ningún muro podrá proteger a un país de este drama, de esta tragedia", insistió.
Según dijo, ese terrorismo no desaparecerá mientras no se acabe con el Estado Islámico (ISIS) y se estabilicen algunos países.
Hollande dijo que Francia "no tiene más enemigos que las fuerzas del odio y de la intolerancia que utilizan una religión para sembrar el miedo" y dijo que es necesario combatir el "populismo" que busca dividir, separar y oponer a unas religiones con otras.
"Francia es un país laico que se reivindica como tal, pero que habla a todos los credos y garantiza la libertad de culto", señaló ante el resto de líderes, después de la polémica vivida recientemente por las decisiones de algunos municipios del país sobre el uso del velo islámico.
Hollande dedicó, además, buena parte de su intervención a subrayar la importancia de que entre en vigor cuanto antes el Acuerdo de París contra el cambio climático, que para ello necesita de la ratificación de 55 países que sumen el 55 por ciento de las emisiones contaminantes.
Francia –adelantó– estará entre los Estados miembros que entregarán mañana a la ONU sus instrumentos de ratificación en una breve ceremonia en el marco de la Asamblea General.
Con información de EFE