El año pasado el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) buscó ampliar su poderío en la costa de Libia. Los yihadistas llegaron a 70 kilómetros de las bases donde las fuerzas libias y estadounidenses almacenan delicado armamento químico.
ISIS logró ingresar en una instalación donde se almacenaban 500 toneladas de precursores químicos. Esa intrusión fue neutralizada por las fuerzas de los Estados Unidos en conjunto con países europeos y la ONU, sin embargo activó la cadena de emergencia para desmantelar todos esos lugares ante el riesgo de que este tipo de arsenal mortal caiga en manos de los extremistas.
Los peligrosos materiales, que pueden convertirse por ejemplo en gas mostaza, datan de la guerra civil en ese país y el poderío químico acaparado por el dictador Muhamar Gaddafi. Tras su caída, los precursores fueron asegurados en esa zona y protegidos por Estados Unidos y las potencias aliadas europeas mientras ayudaban a Libia a deshacerse paulatinamente de esos elementos, ante el avance de la organización yihadista estos procedimientos debieron apresurarse en una carrera contra el reloj.
La mayor cantidad de material se encuentraba en la localidad de Ruwana y se listan, entre otros: tricloruro de fósforo y 2-cloroetanol.
Sobre finales del mes de Agosto, los materiales fueron cargados sobre un barco danés en el puerto de Misurata y cruzaron el Mediterráneo protegidos por barcos de guerra de Dinamarca y Reino Unido. Los químicos serán destruídos en la ciudad alemana de Münster, el proceso durará entre seis y nueve meses.
Para remover los precursores químicos de Libia se requirió de una estrategia a gran escala. Los bombardeos de la Fuerza Aérea de EEUU sobre la costa de Sirte realizaron ataques regulares para detener a los pequeños grupos avanzados de ISIS que buscaban alcanzar los depósitos de armamentos químicos. En el terreno, fuerzas aliadas de Occidente apoyadas por el gobierno de ese país sostienen cordones de seguridad contra los yihadistas para impedir su avance.
"Hemos estado muy preocupados por este peligroso material", asegura Mohamed Taher Siyala, el canciller del gobierno unificado libio, ya que afirma que si ISIS lograba robar ese material sería peligroso no sólo para esa nación "sino para la comunidad internacional toda".
Libia ingresó en la Convención de Armamento Químico en el año 2004 y el gobierno de Gaddafi declaró que bajo su poder se encontraba un arsenal entre los que se incluían una gran cantidad de barriles con el azufre requerido para el gas mostaza con el que se construyeron bombas.
Las autoridades libias intentaron destruir ese material pero se vieron impedidos por la cantidad de secuestros y levantamientos insurgentes en la zona. A la prisa se sumó también otra cuestión clave: muchos de los contenedores almacenados se dañaron por la falta de cuidado y provocaron derrames en el suelo con un grave daño al medio ambiente.
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