El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, denunció que cada vez más países rechazan cooperar con expertos y observadores internacionales.
"Hay un modelo que está emergiendo y es el rechazo de un número creciente de Estados miembros a dar acceso a los enviados de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU al país en general o a algunas regiones", señaló Zeid Ra'ad al Hussein.
"Los Estados pueden expulsarnos, pero no nos callarán, ni nos impedirán ver lo que pasa… y si no nos dan acceso, entonces asumiremos lo peor", agregó el Alto Comisionado en la apertura de la sesión 33 del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Al Hussein criticó enérgicamente a Venezuela, que desde hace dos años rechaza el visado solicitado por el representante regional del Alto Comisionado: "Ese rechazo total es especialmente deplorable a la luz de la profunda crisis que atraviesa el país gobernado por Nicolás Maduro".
El Alto Comisionado enumeró, entre otras preocupaciones de cara al país caribeño: "La represión de la oposición y de los grupos de la sociedad civil, los arrestos arbitrarios, el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes pacíficos, la erosión de la independencia de las instituciones y el Estado de derecho, el dramático declive de los derechos económicos y sociales, con una hambruna cada vez más generalizada y un deteriorado sistema de salud pública".
En Turquía, la Oficina del Alto Comisionado pidió enviar expertos al sureste, de mayoría kurda, para efectuar una "evaluación independiente" de la situación, debido a que la ONU recibió denuncias de graves violaciones de los derechos humanos. Este acceso les fue denegado, a pesar de Ankara invitó a los expertos a "visitar el país", explicó.
Respecto de Corea del Norte, Zeid Ra'ad al Hussein mencionó el hecho de que la "supervisión a larga distancia indica que hay restricciones a todas las libertades, un sistema carcelario vasto y brutal, torturas y violaciones al derecho a la alimentación".
En el caso iraní, las preocupaciones se centran en el sistema de justicia, las ejecuciones, la persecución de minorías y las restricciones al trabajo de activistas, abogados y periodistas.
Zeid Ra'ad al Hussein consideró grave la negativa del gobierno sirio a autorizar la entrada de los miembros de la comisión investigadora creada por el Consejo de Derechos Humanos para indagar sobre los crímenes cometidos en cinco años y medio de guerra civil, así como la de Rusia, la autoridad de hecho en Crimea, que no permite la apertura de una oficina de derechos humanos en este territorio.
El Alto Comisionado mencionó a China como un caso extremo, ya que se le pide desde hace once años que autorice la entrada de una misión oficial. "Las discusiones no han producido un compromiso real para avanzar con esta visita", lamentó.