Por tercera vez, el único sospechoso sobreviviente de los atentados del pasado mes de noviembre en París, Salah Abdeslam, se negó a declarar este jueves ante un juez antiterrorista.
Según el abogado del extremista, Franck Berton, el juez realizó varias preguntas a su cliente, en vano. El letrado señaló que Abdeslam no fue obligado a explicar los motivos de su silencio, pero consideró que están "obviamente" ligados a la vigilancia por video las 24 horas, a la que está sometido el terrorista en su celda.
Las autoridades esperan que Abdeslam pueda proporcionar información sobre las estrategias y redes del grupo extremista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) e identificar a otras personas que podrían estar relacionadas con los atentados del 13 de noviembre en los que murieron 130 muertos en la capital francesa.
En marzo de este año, el fiscal de París, François Molins describió a Abdeslam como "un actor clave" en los ataques terroristas, y señaló que "tuvo un papel central en la conformación de los comandos" y los preparativos logísticos.
Además, Molins dijo que el yihadista "quería hacerse explotar en el Estadio de Francia, pero dio marcha atrás", aunque puntualizó que el relato de Abdeslam había de tomarse "con cautela" por diversos elementos que parecen desmentirlo y "sobre los que tendrá que explicarse".
Abdeslam guardó silencio en una vista en mayo y se negó a acudir a otra en julio.
Su abogado alegó que las dos cámaras de seguridad que graban en vivo en su prisión de Fleury-Merogis podrían causarle daños psicológicos, pero la máxima autoridad administrativa francesa rechazó ordenar su retirada. Las autoridades judiciales sostienen que la vigilancia es necesaria para verificar que no se suicida.
Abdeslam evitó a la policía durante cuatro meses, pero fue detenido en marzo en el vecindario de Bruselas. Más tarde fue extraditado a Francia y fue acusado provisionalmente de varios cargos de terrorismo.
(Con agencias)