El régimen de Kim Jong-un volvió a emplear un brutal método para ejecutar a uno de sus funcionarios. El periódico surcoreano JoongAng Ilbo informó que el dictador utilizó un cañón antiaéreo para asesinar a Ri Yong-jin, dirigente del Departamento de Educación, quien fue sentenciado a muerte y ejecutado en una academia militar de Pyongyang, luego de dormirse durante una reunión presidida por el líder norcoreano.
Hwang Min, ministro de Agricultura, fue asesinado de la misma forma por haber desafiado al régimen, de acuerdo con informes de Seúl.
Los misiles antiaéreos son cohetes de tierra-aire que se utilizan en ocasión de acciones hostiles por parte de aviones de combate.
Luego de haberse quedado dormido en una reunión encabezada por Kim Jong-un, Ri Yong-jin –según reveló una fuente norcoreana al periódico de Corea del Sur– "fue detenido en el lugar e intensamente interrogado por el Ministerio de Seguridad Estatal".
"Fue ejecutado después de otros cargos, como corrupción, que fueron encontrados durante la investigación", agregó.
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Por su parte, esa fuente indicó que Hwang Min fue asesinado después de una serie de propuestas que fueron vistas en el régimen como un intento de "desafío" al poder de Kim Jong-un.
Se estima que las ejecuciones, "por orden especial de Kim Jong-un", fueron llevadas a cabo a principios de mes.