El USS Squall, perteneciente a la Marina de los Estados Unidos, que viajaba junto al destructor USS Nitze en el congestionado estrecho de Ormuz, realizó tres rondas de disparos e hizo sonar las sirenas de alarma tras intentar comunicarse para disuadir a cuatro navíos iraníes que efectuaron maniobras peligrosas en el golfo Pérsico cerca del destructor estadounidense.
El Pentágono condenó las "provocaciones" de la Marina de Irán contra la flota de guerra estadounidense. Según detalló el portavoz Peter Cook, los disparos de munición se realizaron "porque eran la única vía para evitar la escalada de la situación".
Cook condenó el comportamiento de las naves iraníes por ser "poco profesional e inseguro" y por arriesgar a ambos países a una escalada militar y una confrontación.
Las naves se aproximaron a menos de 200 metros del destructor, en una maniobra denominada como de "interceptación" en la jerga naval, que fue hecha a alta velocidad. Cook detalló que en los últimos días se produjeron hasta tres incidentes similares.
"No sabemos cuáles eran las intenciones de los iraníes, pero este tipo de acciones son inaceptables" y "elevan innecesariamente las tensiones" entre los dos países, dijo por su parte la vocera del Departamento de Estado Elizabeth Trudeau, en su conferencia de prensa diaria.
El incidente ocurrió en aguas internacionales del estrecho, un
importante punto estratégico con Irán al norte y Emiratos Árabes
Unidos en el sur.
(Con información de EFE)